El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) denunció el domingo que Irán no concede a los inspectores internacionales el acceso a las instalaciones atómicas acordado hace solo dos semanas.
El director general del OIEA, Rafael Grossi, informó el domingo a los Estados miembros del organismo de que Irán permitió entre el pasado 20 y 22 de setiembre a operar algunos equipos de verificación y cambiar los discos duros en todas las instalaciones necesarias con excepción de una.
En el complejo TESA Karaj, cerca de Teherán, la agencia “no recibió el acceso para instalar nuevas cámaras de vigilancia” o “para confirmar que no se haya reanudado en ese taller” la producción de algunos compuestos de centrifugadoras.
Las centrifugadoras de gas sirven para enriquecer uranio, un material de posible doble uso, civil y militar.
Según el comunicado emitido en Viena, Grossi destaca en su informe que la decisión de Irán de no permitir el acceso al OIEA es “contrario a los términos acordados en la declaración conjunta emitida el 12 de setiembre”.
Ese acuerdo fue suscrito por el director general del OIEA y por el vicepresidente de Irán y jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), Mohammad Eslami.
En el informe Grossi recuerda además que todas las actividades de la declaración conjunta son “indispensables para mantener la continuidad de conocimiento (sobre el programa nuclear iraní)”.
Las inspecciones del OIEA son claves para poder restaurar el acuerdo atómico del 2015, abandonado por Estados Unidos en el 2018 e incumplido por Irán desde el 2019.
El acuerdo limita las actividades nucleares de Irán con el objetivo de evitar que el país se haga con armas atómicas.
Tras salir del acuerdo, conocido como JCPOA, por sus siglas en inglés, Estados Unidos restableció sanciones contra Irán. EFE