A poco de cumplirse un año de su gestión, el ministro de Economía y Finanzas, Carlos Fernández Valdovinos, repasa en esta entrevista los hechos más resaltantes de su administración en el tiempo transcurrido.
Siempre fiel a su estilo, recurre a las similitudes entre la economía y el fútbol para explicar cómo se dio la obtención del grado de inversión, su implicancia y los beneficios que traerá al país.
Reconoció que aún falta para mejorar la calidad de vida de los paraguayos, eliminar la corrupción, fortalecer la institucionalidad y transparentarlas.
–¿Qué considera que fue decisivo para que Moody’s otorgara el grado de inversión?
–Por qué ahora y por qué no antes. Es un proceso largo, quiero repetir, nadie se tiene que llevar todos los méritos, este es un proceso que hizo mucha gente, en lo que no hay que caer es en que alguien comenzó o alguien terminó, todos tienen su mérito, si bien da gusto ser el que mete el gol y nosotros metimos el gol, entonces un mérito tenemos.
Siempre doy el ejemplo del ex presidente de Argentina Mauricio Macri, que trató de comenzar, pero no se pudo continuar, un comienzo sin continuidad no tiene sentido. Lo que tiene Paraguay, la gran virtud de Paraguay es que continuó a lo largo del tiempo con lo que comenzó alguna vez.
La estrategia nuestra con las calificadoras no comenzó el 15 de abril, comenzó antes de nosotros estar en el gobierno, desde el sector privado, con Lea Giménez y el ahora presidente de la República, Santiago Peña, sin ser críticos del anterior gobierno (Mario Abdo). Compartimos las ideas con las calificadoras, cual era nuestra visión, eso se acelera con la victoria en las internas y mucho más en abril del 2023 con las elecciones generales.
Lo más difícil para nosotros en este proceso fue ganar la credibilidad de las cuentas fiscales, a qué me refiero yo con esto: cuando nosotros salimos a decir que teníamos una deuda de USD 600 millones, ahí se podía caer toda la credibilidad de la política fiscal y esto me pareció de extrema irresponsabilidad por parte del Gobierno anterior.
En ese momento salimos a explicar lo que pasó y lo que íbamos a hacer, la solución. Cuando se vio que éramos serios, cuantificábamos la deuda, planificamos el pago, hicimos el pago y que el déficit va convergiendo al objetivo que tenemos, ahí para nosotros fue muy positivo y a eso le sumamos que ellos vieron que las leyes que pasábamos eran aprobadas, eso ayudó a tener realmente respaldo.
Hubo mucho diálogo y hubo viajes, que se criticaron, porque esto no se cosecha de la noche al día, lleva su tiempo, necesariamente se requiere de la presencia de las principales autoridades.
En este último viaje yo estuve con todo el comité que decide las calificaciones y el presidente estuvo vía Zoom desde Caazapá, la reunión fue de 1:22, ellos se sorprendieron porque nunca un presidente de la República estuvo tanto tiempo con ellos, pero estos son los detalles que hacen a qué finalmente tengamos el grado de inversión. No te digo que fue lo único, hubo mucho trabajo antes, pero alguien tenía que empujar la pelota y este gobierno empujó la pelota e hizo el gol. Y no lo hizo quedándose acá, sino siendo muy proactivo, en esta cuestión tenés que ir a buscar las cosas, así como tenés que ir a buscar a los inversionistas.
–¿Qué garantías hay de que el grado inversión traerá inversión extranjera?
–Yo no me obsesiono con la inversión extranjera, hay que cuidar todas las inversiones y qué te parece el 20% del PIB que está invertido acá todos los años por parte de la gente que ya está acá, ¿eso no es importante? Yo tengo que cuidar el 20%, no creamos que el 20% se te va a quedar si no hacemos bien las cosas. No te van a venir los de afuera y los de adentro se te van a ir, entonces yo tengo que cuidar a ambos y nunca la inversión extranjera en un determinado año va a ser tanto como la inversión que ya está radicada en el país.
No seamos ciegos, Silvipar es una inversión de USD 400 millones, Paracel es una inversión que casi el 50% de USD 4.000 millones es extranjera. Por último, al emitir bonos por USD 1.000 millones la demanda es por USD 3.000 millones, esa es inversión extranjera que crea trabajo financiando el presupuesto. Todos estos son ejemplos de la inversión extranjera.
Entonces, ojo con el pesimismo permanente que tenemos nosotros porque sí viene, y ya viene y van a seguir mientras sigamos siendo serios. También decían que no íbamos a lograr el grado de inversión. Y nosotros respondemos simplemente con actos, a nosotros nos gustan los resultados ahora, aquellos que opinan desde el resentimiento, porque mucha gente decía que esto era imposible, aquellos terminan haciendo el ridículo.
–¿Qué se requerirá para mantener el grado de inversión y cuál es la expectativa con las otras calificadoras?
–Lógicamente, estamos expuestos, le pasó a Colombia, y de nuevo la virtud es seguir haciendo las cosas que hacemos bien y empezar a ajustar algunas cuestiones que no hacemos bien.
Una de las cuestiones que tuvimos como estrategia es no negar nuestras debilidades, nosotros, cierto, resaltamos nuestras fortalezas, pero en las conversaciones con las calificadoras decíamos, todo bien con la inflación, el déficit, pero tenemos problemas institucionales, tenemos problemas en la percepción de la corrupción, en la cuestión de transparencia, nosotros jamás, nunca, negamos los problemas que tenemos, pero no solamente reconocemos los problemas, sino que decimos, “pero estamos haciendo esto”.
Una buena parte de lo que estuvimos hablando fue lo relacionado a la Estrategia Nacional Anticorrupción, donde se tiene 44 objetivos específicos y su avance. Lógicamente, en un año no vas a eliminar la corrupción o en un periodo de gobierno, esto tiene que ser un trabajo maratónico igual que es la cuestión del control del déficit fiscal y la inflación, esto debe trascender gobiernos, tiene que ser una política de Estado.
Acá para adelante es lo mismo, tenemos riesgo de caer, claro que tenemos riesgo de caer. Es como el equipo que ascendió, fue al mundial, nosotros fuimos a 4 de seguido y después ya no estuvimos más, pero disfrutemos que estamos en el mundial ahora.
No hay que tener miedo de que vamos a caer, si sos consciente y seguís haciendo bien no vas a caer.
Vamos a seguir trabajando, vamos a seguir haciendo las reformas, ya tenemos el grado de inversión, pero eso no quiere decir que ya no vamos a hacer más nada.
–Hubo apuro por sancionar reformas, pero algunas están estancadas ¿a qué se debe?
–La primera es la Ley de Servicios Civil. ¿Por qué demoramos? Porque es cierto que el gobierno anterior ya había diseñado, pero esa ley tenía muchísimas imperfecciones, se trabajó para ir ajustando eso. Presentamos una propuesta bastante diferente en enero, pero surgieron muchas preocupaciones, no en la parte de la carrera civil, sino en la parte que hacía el funcionamiento de los sindicatos, porque a pesar de que habíamos hecho un esfuerzo por mejorar la redacción anterior, quedaban muchas dudas.
Estamos ahora casi como para tratar la el proyecto Servicio Civil, se terminaron todas las reuniones con todos los sectores y después vamos a empezar a trabajar con la Caja fiscal.
En el caso, de Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones no es que la ley no está vigente. La ley está vigente, los límites están vigentes. Lo que no está vigente es justamente la parte de supervisión y las posibilidades de intervención de una caja como podría ser la caja municipal. Ahora bien, nosotros tenemos todo listo. Lo que están faltando son los sindicatos y los pensionados.
–La Caja Fiscal es uno de los problemas más grandes que tiene el Tesoro ¿Por qué no se priorizó eso en este primer año?
–Hay dos cuestiones en el tema previsión. Primero, es el responsable de la quiebra de los estados a nivel regional, son los que crean realmente los problemas, entonces no es una cuestión menor. Segundo, tiene mucho grado de conflictividad con respecto a cómo hace. Entonces tenemos que ir viendo cómo hacer eso. Nosotros optamos, primeramente, en cuidar la plata que ya hay, que es la cuestión de la Superintendencia y la segunda etapa es aseguremos de que haya plata a futuro para la gente, que es la reforma paramétrica de la gente que se va a jubilar. Entonces no vayas a ver como que no lo consideramos desde un comienzo, claro que lo consideramos, pero mi primer paso era la Superintendencia y ahora que ya pasamos la primera, tengo tiempo para la segunda. Estamos viendo también la modificación de la Carta Orgnánica del IPS, nos parece que no era racional hacer un promedio de 10 años del salario sin ningún tipo de ajuste por inflación, puede ser muy bueno financieramente, pero es totalmente injusto desde el punto de vista laboral o social.
Entonces estuvimos presentando alternativas para que eso pueda ir también y estén más tranquilos los trabajadores.
–¿Cree que tendrá el respaldo político para aprobar estas leyes?
–Y esperamos contar, algo que quiero resaltar y quiero agradecer, es el respaldo político del Congreso. Yo me pongo de pie en esta cuestión, el grado de inversión, como dije al principio, es fruto de muchas cosas, pero una de las cosas que más convenció fue el hecho de que nosotros hayamos pasado las reformas. No solamente enviando un proyecto de ley, sino aprobando, para pasar las reformas se necesita realmente respaldo político. Y yo no me quejo ni de la Cámara de Senadores ni de la Cámara de Diputados. El amplio respaldo político que ellos han dado a la reforma nos permitieron tener este grado de inversión.