Los delitos derivados de la suplantación de identidad, que son acceso indebido a datos, estafa, extorsión, venta de datos personales, secuestro virtual, entre otros, cada vez están generando más influencia y causan zozobra a los usuarios de redes, sumando así al mundo virtual a la ola de inseguridad que se vive en las calles.
El comisario Diosnel Alarcón, del departamento policial de Delitos Económicos, afirma que en nuestro país urge la creación de leyes que les permita a los uniformados perseguir e identificar a las personas dedicadas a estos ilícitos.
Alarcón asegura que se deben regular algunos aspectos para que existan los ciberdelitos, como por ejemplo, el control a la hora de la venta y obtención de los teléfonos y las tarjetas SIM. “Tener un mayor control nos va a ayudar a paliar la existencia de los llamados chip cabritos, los que son puestos a nombres de otras personas y utilizados por maleantes para cometer delitos. Hace falta un sistema que identifique plenamente al comprador de una línea telefónica”, explicó.
La mayoría de los casos se realizan desde las cárceles, indican los investigadores, y fueron ganando fuerza con el paso de los años (ver info)
La evolución de los casos de estafa por suplantación de identidad fue en aumento, llegando a un 85% en el 2020 debido a la diversificación y sofisticación de las organizaciones criminales en el uso y abuso de identidad a través de la tecnología de comunicación, informaron los investigadores.
La facilidad de obtener un teléfono celular y la habilitación de un número para utilizarlos es una de las ventajas con las que cuentan los delincuentes y hace que cada día se sumen más víctimas.
El pasado 16 de junio, una comitiva fiscal y policial incautó G. 18 millones y G. 800.000 que estaban depositados en una cuenta de un interno de la penitenciaría de Ciudad del Este y que habrían sido productos de un caso de extorsión.
En ese entonces, los intervinientes pudieron detener a las personas que eran parte de la banda, conformada por internos, funcionarios penitenciarios y personas que trabajan tras las rejas.
Debido a la cantidad de casos que se vienen repitiendo, el Departamento Antisecuestro de la Policía habilitó el número *377, una línea gratuita para que las personas afectadas puedan realizar las denuncias.