La variante B.1.621, según la nomenclatura científica, se mantiene clasificada como “variante de interés”, indicó la OMS en su boletín epidemiológico semanal sobre la evolución de la pandemia, publicado en la noche de martes a miércoles.
La variante presenta mutaciones que podrían indicar un riesgo de “escape inmunitario” o resistencia a las vacunas, y se requerirán estudios adicionales para comprender sus características, precisó la organización.
Todos los virus, incluido el SARS-CoV-2, causante del covid-19, mutan con el tiempo y la mayoría de las mutaciones tienen poca o ninguna incidencia en las características del virus.
No obstante, algunas mutaciones pueden afectar las propiedades del virus e influir, por ejemplo, en su capacidad de propagación, la gravedad de la enfermedad que provoca o la eficacia de las vacunas, medicamentos u otras medidas para combatirlo.
La aparición en 2020 de variantes que presentaban un riesgo agravado para la salud pública mundial llevó a la OMS a caracterizarlas como “de interés” o como “preocupantes”, a fin de jerarquizar las actividades de vigilancia e investigación a nivel mundial.
La entidad adoptó las letras del alfabeto griego para denominar las variantes y facilitar así su identificación para el público no científico y evitar la estigmatización asociada con el país de origen.
Cuatro de las variantes han sido calificadas por la OMS como “preocupantes”, incluidas la alfa y la delta, mientras que otras cinco fueron calificadas como “de interés”, incluida la mu.
La variante mu fue detectada por primera vez en Colombia en enero pasado, y desde entonces se le ha encontrado en otros países suramericanos y Europa.
“Si bien la prevalencia mundial de la variante mu entre los casos secuenciados ha disminuido y es actualmente inferior a 0,1%, su prevalencia en Colombia (39%) y Ecuador (13%) ha aumentado constantemente”, señaló la OMS.