De manera general, el salto del dengue a zonas donde antes esta enfermedad era inexistente tiene relación con el cambio climático y tanto los episodios de lluvia como de sequía son favorables para su expansión, dijo el jefe del Programa de Control de Enfermedades Tropicales de la OMS, Raman Velayudhan.
La organización recomendó a los gobiernos la importancia de desarrollar planes de acción para una rápida detección y monitoreo de síntomas entre la población.
Si bien en una primera infección hasta el 80% de casos pueden ser asintomáticos, si la misma persona es picada una segunda vez por un mosquito transmisor de otra variante del virus (existen cuatro) puede presentar síntomas severos y requerir tratamiento médico.
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Según Velayudhan, el riesgo actual de reproducción del mosquito de la especie Aedes es bajo en zonas donde se superan los 40 grados, ya que naturalmente está activo y pica durante el día, pero si vuela a tales temperaturas muere.
Tanto las sequías como las lluvias intensas son situaciones propicias para el mosquito. En el primer caso las familias suelen almacenar agua en tanques, bidones u otros contenedores para cubrir sus necesidades, mientras que en el segundo el agua se empoza, siendo las aguas estancadas el lugares donde el mosquito se reproduce.
“Las comunidades pueden prestar ayuda explorando sus casas y limpiando el agua estancada para asegurarse de que los mosquitos no se están reproduciendo dentro y alrededor de sus casas”, destacó el experto.
Fuente: EFE