04 may. 2025

OMS, OMC, FMI y BM urgen priorizar entrega de vacunas a países pobres

Cuatro de las organizaciones mundiales más influyentes urgieron a las naciones con campañas de inmunización avanzadas a liberar dosis para países pobres. Defendieron el mecanismo Covax.

Inmunización. Una enfermera aplica una dosis del antídoto CoronaVac.

Inmunización. Una enfermera aplica una dosis del antídoto CoronaVac.

Cuatro de las organizaciones más importantes del mundo en salud, economía y comercio lanzaron una petición conjunta a los productores de vacunas anti-Covid para que prioricen la entrega de dosis a países pobres.

En un comunicado conjunto, los líderes de la Organización Mundial de Salud, la Organización Mundial de Comercio, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial defendieron que los países con programas de vacunación más avanzados liberen sus dosis para Estados menos afortunados.

“Reiteramos la urgencia de suministrar acceso a las vacunas frente al Covid-19, los tests y los tratamientos a los países en desarrollo”, indicaron. “En lo referente a vacunas, una limitación clave es la aguda y alarmante escasez en el suministro de dosis a países de ingresos bajos y medio-bajos, especialmente en lo que resta de 2021”, apuntaron.

“Pedimos a los países con programas de vacunación avanzados que liberen cuanto antes el máximo de sus dosis contratadas que puedan a Covax, a AVAT y a países de ingresos bajos y medio-bajos”, solicitaron.

El Covax es un mecanismo liderado por la OMS para hacer llegar vacunas a los países menos desarrollados.

Los líderes de estas organizaciones denunciaron que los contratos de entrega de vacunas a naciones pobres estaban sufriendo retrasos y que menos del 5% de las dosis adquiridas habían sido entregadas.

“Urgimos a los fabricantes de vacunas anti-Covid que redoblen sus esfuerzos para escalar la producción de vacunas específicamente para estos países y que aseguren que el abastecimiento de dosis para Covax y países con ingresos bajos y medio-bajos tenga prioridad sobre la entrega de dosis de refuerzo”, pidieron.

También reclamaron a los gobiernos que reduzcan o eliminen las barreras a la exportación de vacunas y materiales requeridos para su producción. Las cuatro agencias internacionales crearon una unidad conjunta para identificar y resolver los problemas de producción de vacunas Covid-19 para países en desarrollo. Este equipo mantuvo su primera reunión el 30 de junio.

Hasta ahora se han administrado más de 4.000 millones de dosis de vacunas anti-Covid en el mundo, según un recuento de la AFP.

En los países de altos ingresos según la clasificación del Banco Mundial, se han inyectado 98,2 dosis por cada 100 habitantes.

En cambio, en los 29 países con menos ingresos del mundo, solo se administraron 1,6 dosis por cada 100 personas.

DESINFORMACIÓN. Estudios científicos con metodología deficiente y conclusiones inexactas están exacerbando la crisis de desinformación sobre el Covid-19, que desalienta la vacunación y pone vidas en peligro.

El intenso interés público por la pandemia y el divisivo debate en EEUU sobre cómo abordarla facilitan la difusión de trabajos de investigación incorrectos en internet que proveen supuestos argumentos a los opositores a la vacuna. Cuando el investigador de un estudio luego se retracta, ya es demasiado tarde. “Una vez que el artículo se publica, el daño es irrevocable”, dijo Emerson Brooking, investigador principal del Laboratorio de Investigación Digital Forense del Atlantic Council, que se especializa en la identificación y exposición de la desinformación. Las publicaciones científicas erróneas “han echado leña al fuego para los escépticos del Covid-19 y los teóricos de la conspiración”, afirmó Brooking.