Once Upon a Time... in Hollywood (Érase una vez... en Hollywood) se proclamó como la mejor cinta de comedia o musical y lideró la lista de obras premiadas con tres galardones, mientras que 1917 ganó en mejor película dramática y sumó un total de dos premios, empatada con Joker (Guasón)y Rocketman.
Curiosamente, el drama vencedor de Sam Mendes recibió la mayoría de los votos de los miembros de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA), pero el público aún no tuvo ocasión de ver el filme porque su estreno comercial está previsto para la próxima semana, por lo que su victoria dejó descolocada, incluso, a la crítica especializada.
El director de esta cinta bélica que prácticamente consta de un único plano secuencia es Sam Mendes, quien ya recibió la gloria en Hollywood por su afilado retrato sobre la sociedad consumista en la oscarizada American Beauty (Belleza americana, 2000).
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Por su parte, Tarantino además de posicionar a su Once Upon a Time... in Hollywood como la mejor comedia también consiguió el premio al mejor guion original y repartió un tercer galardón a Brad Pitt como mejor actor de reparto.
La decepción se hizo presente entre las apuestas hispanas, ya que ninguna de las candidaturas logró vencer en su categoría, incluida la cinta del español Pedro Almodóvar Dolor y Gloria, que perdió ante el fenómeno surcoreano de Parasite (Parásito) entre las cintas en lengua extranjera, un resultado que el propio cineasta pronosticó antes de la ceremonia.
También se quedaron sin premio las latinas Ana de Armas, por Knives Out (Entre navajas y secretos), y Jennifer López, por Hustlers (Estafaforas de Wall Street), a pesar de la intensa promoción que hicieron durante los últimos meses.
Antonio Banderas, quien quizás era la baza más fuerte del cine en lengua española, tampoco se proclamó como mejor actor dramático en una categoría que vio a Joaquin Phoenix triunfar con su aclamado papel en la controvertida Joker.
El punzante discurso de Joaquin Phoenix
El discurso de Phoenix fue uno de los más punzantes de la noche, en el que aseguró que a pesar de las palabras de recuerdo por los intensos fuegos en Australia, “las buenas palabras no servirían como solución”.
Así, el actor insistió en la necesidad de “hacer cambios y sacrificios” en la vida diaria y puso como ejemplo que “no hacía falta coger un avión privado para ir a Palm Springs” –una localidad cercana a Hollywood– y anunció que “esperaba hacer las cosas mejor”, al igual que el resto de celebridades de la sala.
La vencedora a la mejor interpretación dramática femenina fue Renée Zellweger por encarnar a la icónica actriz Judy Garland en la cinta biográfica Judy.
Zellweger se refirió en su discurso al parón que realizó en su carrera por agotamiento –ganó su anterior Globo de Oro en 2004– y habló sobre su regreso para honrar a Garland.
“Su humanidad ha sido un gran recordatorio de que las elecciones que hacemos son importantes. Lo que hacemos importa y cómo elegimos honrar a los demás en nuestras vidas puede ser muy importante en el futuro”, aseguró.
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Comedia musical y película animada
En el apartado de interpretaciones en el género de comedia o musical ganaron la actriz Awkwafina (The Farewell) y el actor Taron Egerton (Rocketman).
Entre las sorpresas de la noche figuró el premio a la mejor película animada para Missing Link, que se puso por delante de superproducciones taquilleras y populares como Frozen 2 y Toy Story 4.
Asimismo, fue sorprendente que Marriage Story (Historia de un matrimonio), la cinta que partía con más nominaciones de la noche, finalmente solo se llevara un premio de los seis a los que aspiraba, que fue para Laura Dern como mejor actriz de reparto.