“Es especialmente estremecedor el momento y los lugares elegidos para los ataques, cuando la gente se dirigía a su trabajo o los niños iban a la escuela”, señaló en rueda de prensa la portavoz de esta oficina de Naciones Unidas Ravina Shamdasani.
La fuente oficial también indicó que en los ataques contra Kiev, Dnipropetrovsk, Zaporiyia, Sumy y otras zonas se produjeron daños en al menos 12 infraestructuras energéticas, y algunas resultaron destruidas, otro indicio de ataque deliberado contra objetivos civiles.
“Esos ataques, con el invierno a las puertas, aumentan la preocupación sobre la seguridad de los civiles y de poblaciones vulnerables”, subrayó Shamdasani, quien insistió en que convertir en objetivos infraestructuras indispensables para la supervivencia de la población, “está prohibido por la ley humanitaria internacional”.
“Urgimos a la Federación Rusa a abstenerse de una nueva escalada en el conflicto y le pedimos que tome todas las medidas necesarias para evitar víctimas civiles y daños a infraestructuras no militares”, concluyó la portavoz.
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Según fuentes ucranianas, los ataques del lunes, producidos en aparente represalia al sabotaje contra el único puente que une territorio ruso con la península de Crimea, causaron 19 muertos y 105 heridos.
Un total de 301 asentamientos en las regiones de Kiev, Leópolis, Sumy, Ternopil y Khmelnytsky siguen sin electricidad como consecuencia de los bombardeos, de acuerdo con esas fuentes.
Los datos que actualiza periódicamente la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos indican que la invasión rusa en Ucrania ha causado desde su inicio hace más de siete meses al menos 6.221 muertos civiles y 9.371 heridos.