El ministro de Finanzas de Israel, el ultradechista Bezalel Smotrich, dijo públicamente esta semana que es “justificado y moral” dejar morir de hambre y sed a los dos millones de habitantes de Gaza para lograr la liberación de los rehenes israelíes que quedan en manos de Hamás.
“Condenamos de la manera más firme tales palabras, las cuales incitan al odio hacia civiles inocentes”, declaró en Ginebra el portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Jeremy Laurence.
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“Llevar a la hambruna a civiles como un método de hacer la guerra es un crimen de guerra, como también lo es el castigo colectivo de la población palestina. Y el riesgo es que esa declaración pública pueda incitar a cometer otras atrocidades”, agregó.
El portavoz dijo que las autoridades de Israel deben cesar de hacer declaraciones de ese tipo y que cuando las hacen “deben ser investigados y, si se encuentra que cometieron un delito, deben ser procesados y sancionados”.
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“Con la actual realidad internacional no podemos gestionar una guerra. Nadie nos dejará matar a 2 millones de civiles de hambre, incluso aunque sea algo justificado y moral”, aseveró Smotrich en una conferencia durante la que reconoció que Israel deja entrar ayuda humanitaria a Gaza “porque no tiene otra opción”.
El Gobierno de Palestina ha pedido a la Corte Penal Internacional emitir una orden de arresto contra Smotrich.