“Estamos jugando a la ruleta rusa con nuestro planeta (...) Todo (el futuro) depende de las decisiones que tomen o dejen de tomar los líderes actuales, especialmente en los próximos 18 meses. Es la hora de la verdad”, afirmó Guterres en una rueda de prensa desde el Museo Americano de Historia Natural, ubicado en Nueva York.
Sus declaraciones se producen durante el Día Mundial del Medio Ambiente y justo antes de que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) presente sus predicciones climáticas para los próximos cinco años.
De hecho, el alto representante de la ONU adelantó que la OMM informará este miércoles que hay un 80% de probabilidades de que la temperatura media anual supere el límite de 1,5 grados Celsius en al menos uno de los próximos cinco años. En 2015, la probabilidad era casi nula.
Además, existe “otro 50% de posibilidades que que la temperatura media de todo el próximo lustro sea 1,5 grados superior a la de la época preindustrial”.
Miles de científicos y expertos coincidieron en el Acuerdo de París (2015) que limitar el aumento de la temperatura promedio global anualmente a no más de 1,5 grados Celsius ayudaría a evitar las peores consecuencias ambientales y a mantener un clima habitable.
En este sentido, Guterres hizo hincapié en el trabajo por hacer que corresponde al “1% más rico, que emite la misma cantidad de emisiones de carbono como los dos tercios de la humanidad”, proporción que engloba unos 5.000 millones de personas.
Para él, los países del G20 “tienen la responsabilidad” y “deben ir más lejos” –ya que producen el 80% de las emisiones globales– comprometiéndose a reasignar subvenciones de combustibles fósiles a energías renovables y a acabar con el carbón para 2030.
“No podemos aceptar un futuro en el que los ricos estén protegidos en burbujas con aire acondicionado, mientras el resto de la humanidad es azotada por un clima letal en tierras no habitables”, sentenció.
“No somos los dinosaurios, somos el meteorito”
Guterres comparó la “situación de urgencia actual” y su “desproporcionado efecto” para el futuro cercano con “el meteorito que acabó con los dinosaurios”.
“En el caso del clima, no somos los dinosaurios, somos el meteorito. No solo estamos en peligro, somos el peligro. Pero también somos la solución”, sostuvo Guterres, dejando un resquicio para la esperanza.
Pero, para ello, se requiere “mantener vigente el umbral de los 1,5 grados” y que las emisiones mundiales disminuyan un 9% cada año hasta 2030, según el secretario general de Naciones Unidas.
“El mundo está arrojando emisiones a tal velocidad que, para 2030, un aumento de la temperatura mucho mayor estaría prácticamente garantizado”, añadió el diplomático portugués.
En ese escenario, el mundo sufriría “consecuencias devastadoras” que irían desde “aumentos catastróficos” de los niveles del mar, a la destrucción de arrecifes de coral o a la desintegración de los medios de vida de 300 millones de personas, citó entre algunos ejemplos Guterres.
“Ciudades como Nueva Delhi, Bamako o la Ciudad de México están ardiendo. No mantener el límite de los 1,5 grados también supondría la ruptura de las cadenas de suministro subiendo los precios y una creciente inseguridad alimentaria (...) Incluso si las emisiones llegaran a cero mañana, un estudio reciente concluye que el caos climático seguirá costando al menos 38 billones de dólares al año en 2050", alertó.
Fuente: EFE