Fernand de Varennes, relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que visitó Paraguay desde el 14 al 25 de noviembre para abordar aspectos de minorías, recomendó al Gobierno crear una comisión especial con la cual se busque una solución estructural al problema territorial que afecta a las comunidades indígenas alrededor de todo el país.
Además, de acuerdo con el experto, en dicho espacio también se debe abordar la cuestión de la lengua indígena guaraní, según informaron desde las cuentas oficiales del Ministerio del Interior.
Los pueblos originarios actualmente son víctimas del recrudecimiento de la política de violentos desalojos, que se dan de forma constante, mediante la represión y el despliegue de amplios operativos policiales, además de sufrir el total abandono de las autoridades de turno.
Asimismo, esto se ve agravado ante la Ley de Invasiones, que criminaliza la lucha por la tierra, cuya puesta en vigencia fue impulsada por la administración de Mario Abdo Benítez. Varios líderes campesinos o indígenas ya fueron imputados y hasta encarcelados por supuestas invasiones en los últimos meses.
Asimismo, los indígenas denuncian constantemente que las comunidades menonitas avanzan con sus plantaciones sobre bosques y sobre las tierras ancestrales de Paraguay, con total apañamiento por parte del Gobierno.
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En ese sentido, en octubre pasado, un reportaje internacional evidenció la deforestación que se está realizando dentro de la reserva indígena de Pindo’i, un área de 1.330 hectáreas que se encuentra al interior del territorio de la comunidad y donde, por ley, está prohibida la tala de bosques.
El material también señaló que la misma situación se está dando en el Bosque Atlántico Alto Paraná (BAAP), y que todo lo que están viviendo las comunidades indígenas que habitan en él se repite en el Chaco paraguayo, un extenso territorio en donde está la Reserva de la Biosfera.
Por otra parte, durante su estadía, el relator especial de la ONU, Fernand de Varennes, valoró que pese a todo esto, en Paraguay se están llevando adelante acciones “para mejorar la protección de los derechos humanos y la inclusión de las minorías”, además de que casi no se percibe xenofobia, racismo o intolerancia alrededor de todo el territorio nacional.
“Paraguay ha recorrido un largo camino desde que emprendió la senda de la democracia en 1989. Debe continuar en esta dirección desarrollando la tan necesaria infraestructura de derechos humanos y poniendo en marcha las numerosas e importantes medidas legislativas y políticas adoptadas en los últimos años”, expresó.