En un comunicado, Nderitu demandó “una investigación efectiva e independiente que conduzca a la rendición de cuentas por vía penal por el asesinato de civiles” en esa población.
Las autoridades ucranianas han denunciado el hallazgo de más de 400 cadáveres en las calles de Bucha, localidad controlada durante varias semanas por las tropas rusas.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, visitó el lunes Bucha y abogó por llevar dicha matanza ante “la Justicia internacional”.
Varios líderes internacionales, incluido el mandatario estadounidense, Joe Biden, han defendido además que el presidente ruso, Vladímir Putin, debería ser juzgado por crímenes de guerra debido a esta presunta masacre.
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Mientras, Rusia insiste en que todo es un montaje preparado para acusar a sus tropas de atrocidades que niegan haber cometido.
Por otra parte, en su nota, la responsable de Prevención del Genocidio de la ONU avisó del impacto que la guerra en Ucrania está teniendo en otras regiones de Europa, especialmente en los Balcanes, donde ve dinámicas peligrosas.
Así, llamó a todos los responsables políticos a trabajar para evitar que se agraven las divisiones en esa zona con un legado tan “doloroso” que aún se hace notar con desconfianza y fracturas que se “están exacerbando con motivaciones políticas”.
“En las últimas seis semanas el conflicto en Ucrania ha deteriorado algunas de estas dinámicas” en los Balcanes, avisó Nderitu, que llamó la atención sobre el peligro que entrañan las manifestaciones de odio defendiendo la violencia contra miembros de ciertos grupos, o justificaciones de la violencia por motivos religiosos.