Diego Dirisio, uno de los procesados por tráfico internacional de armas en el marco de la operación Dakovo, que investiga una red internacional de tráfico de armas, escribió una carta desde su lugar de reclusión en Argentina y afirmó ser víctima de militares paraguayos y brasileños que “montaron una causa”.
La misiva de cuatro páginas realizada a puño y letra fue enviada a la redacción del periódico La Voz del Interior, de Córdoba, que luego publicó el contenido en su portal digital.
En su carta, Dirisio responsabilizó del hecho al general Aldo Ozuna, militar que estuvo al frente de la Dirección del Material Bélico (Dimabel) y supuestamente realizó un “negociado” con una empresa bélica vinculada con las Fuerzas Armadas de Brasil para compra de armas.
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“Decidí hacer público este negocio espurio, lo que llevó a varias investigaciones y a que la Contraloría General de la República (de Paraguay) anule el contrato y pase los antecedentes a la Fiscalía, eso fue un bochorno para las Fuerzas Armadas de Brasil”, escribió el procesado.
A raíz de esto, según su versión, Ozuna fue desvinculado de su cargo y como venganza supuestamente “orquestó” una investigación en Paraguay que se realizó en el marco del operativo Urutu. El fiscal Giovani Grissetti, uno de los investigadores, archivó la causa al no encontrar elementos contra Dirisio.
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Tras su absolución en nuestro país, supuestamente, el general Ozuna, a través de sus contactos, llevó el caso a la justicia brasileña, que pidió su extradición para ser juzgado por tráfico de armas que iban a parar a manos de grupos criminales como Comando Vermelho o Primer Comando Capital (PCC).
El argentino agregó que en Brasil dieron datos falsos al hacerlo responsable de la importación de 43.000 armas de fuego, siendo que en 10 años de actividad de su empresa solo importó 17.000, según su testimonio.
El jueves se podrá saber la decisión de la justicia argentina, si es que concede o no la extradición a Brasil y levanta las medidas alternativas a la prisión a su esposa, la paraguaya Julieta Nardi, que también está ligada al caso.
“Si las autoridades encuentran méritos para investigarme, solo pido que sea en un país serio, como Argentina”, solicitó al cerrar su carta.