La nueva coalición de gobierno, compuesta de partidos de casi todo el arco ideológico -incluido un partido árabe por primera vez-, estará liderada por el ultranacionalista religioso Naftali Benet durante los dos primeros años y será reemplazado por el centrista laico Lapid durante los dos siguientes.
Poco antes de la medianoche, cuando acababa su plazo para conformar un Ejecutivo, Lapid, líder del centrista Yesh Atid, comunicó al presidente de Israel, Reuvén Rivlin, que ha logrado un pacto de gobierno en el que estarían implicados otros siete partidos de la oposición.
“Me comprometo con usted, señor presidente, a que este gobierno trabajará para servir a todos los ciudadanos de Israel”, dijo Lapid, que agregó que hará todo lo que esté a su alcance “para unir a todas las partes de la sociedad israelí.
El líder centrista informó también al presidente de la Knéset (Parlamento), Yariv Levín, y le instó a convocar una sesión especial lo antes posible para llevar a cabo la jura del nuevo Ejecutivo.
Lea más: ONU investigará violaciones de DDHH entre israelíes y palestinos
Ésta podría producirse tan pronto como la semana que viene o extenderse por un plazo desde hasta doce días.
“Los felicito a usted y a los líderes de los partidos por su acuerdo para formar gobierno. Esperamos que la Knéset se reúna lo antes posible para ratificar al gobierno”, respondió Rivlin.
Además de Yesh Atid y Yamina, el partido que lidera Benet, el próximo Ejecutivo estará compuesto por el ultraderechista Israel Nuestro Hogar, el derechista Nueva Esperanza, el centroderechista Azul y Blanco, el centroizquierdista Partido Laborista, el izquierdista y pacifista Meretz y el islamista árabe Raam.
Estos ocho partidos concentran un total de 62 escaños de una Cámara de 120, lo que significa una mayoría suficiente para gobernar pero garantiza una coalición inestable.
A esto se agrega la diversidad ideológica de los partidos, que demoró hasta último momento el acuerdo alcanzado hoy y que podría continuar siendo un factor problemático en los días previos a la ratificación del nuevo Gobierno.
Nota relacionada: ONU y UE piden diálogo como “instrumento fundamental”
Si bien todos los líderes de los partidos miembro pusieron hoy su firma en el documento fundacional del nuevo Ejecutivo, los acuerdos entre ellos son de carácter político y no los comprometen legalmente, por lo que aún podrían revertir su posición o incluso votar en contra de su ratificación durante la jura.
De concretarse la formación de esta coalición, Benjamin Netanyahu abandonaría el cargo de primer ministro tras 12 años, y pasaría a liderar la oposición a través de su partido, el Likud.
Además, Israel saldría de un bloqueo político de más de dos años y que incluyó cuatro elecciones generales.