Nicolás Maduro, que lleva en el poder desde el año 2013, aspira a un tercer periodo de seis años el 28 de julio venidero.
Tras varios días de bloqueo y a punto de vencer el plazo, la oposición logró inscribir dos candidaturas ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), acusado de servir al chavismo.
No obstante, ninguna de estas dos es la propuesta por la líder María Corina Machado, quien arrasó en las primarias opositoras en 2023; pero fue inhabilitada políticamente y no puede participar en las elecciones.
En la lista de 13 postulantes a presidente de Venezuela aparecen Manuel Rosales, gobernador del estado petrolero de Zulia (oeste) y rival de Hugo Chávez en 2006, y Edmundo González Urrutia, inscrito “provisionalmente” hasta definir el candidato único para la alianza Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
El apoyo de Machado será crucial para quien termine en la boleta.
“Haré todo lo que tenga que hacer por la unidad”, dijo Rosales el martes último, entre acusaciones de haberla “traicionado”. “Si la plataforma pide, acuerda, decide cualquier cosa, yo estoy en la plataforma, de ahí no me muevo ni un milímetro”.
Una promesa que la oposición necesita que cumpla.
“Los acuerdos internos de la oposición deben regirse por mantener la unidad como la mejor estrategia posible”, explicó a la AFP el analista político Yoel Lugo.
“Lo inteligente ahora no es una guerra civil opositora, que solo favorece la candidatura de Nicolás Maduro”, señaló por su parte el ex directivo del CNE, Vicente Díaz.
Las encuestas dan a Maduro un apoyo entre 15 y 20%.
“Mi candidata es Corina Yoris”, lanzó Machado después de la inscripción de Rosales. Yoris, una académica de 80 años, era su apuesta para representarla en la boleta electoral, pero nunca pudo ser inscrita ante el “bloqueo” en el sistema que denunció la PUD desde el jueves, cuando abrió el proceso.
ALIANZA COMPLICADA. Expertos y fuentes dentro de la oposición coinciden en que no será posible la candidatura de Yoris, quien tachó de “Judas” a Rosales. “¿Cómo puede uno reaccionar ante una traición? Una traición es una traición”, dijo la también filósofa a la radio colombiana Blu.
Machado por ahora no ha descargado contra Rosales, tampoco ha llamado a boicotear los comicios, como hizo la oposición en 2018, cuando Maduro se reeligió por primera vez en medio de una crisis económica sin precedentes. “Las restricciones de este proceso comicial dejan apenas una rendija por la cual pasar”, indicó Piero Trepiccione, politólogo y consultor en opinión pública. “Esa rendija obliga aún más a la oposición a conversar y ponerse de acuerdo”.
“Ojalá no se pise el peine y se caiga en la trampa de la fragmentación apuntalada por el gobierno”, añadió.
La oposición tiene hasta el 20 de abril para definir el candidato: El escenario más evidente hasta ahora es que González Urrutia decline en favor de Rosales.
Mientras se define el nombre, Rosales arrancó su campaña con un acto en un centro de convenciones de Maracaibo, capital de Zulia. Cientos de militantes le dan la mano, lo abrazan, se toman selfies con el celular.
“Dejar a Venezuela sin la opción de voto sería muy grave, muy triste”, dijo en línea con su rueda de prensa de la víspera en Caracas.
Rosales denunció “una guerra por redes” en su contra.
Machado puso en pausa una emotiva campaña, con la cual recorrió durante meses el país.
LULA, PETRO Y MACRON. En tanto, la imposibilidad de la oposición de inscribir a Yoris, desató nuevas críticas y dejó más aislado a Maduro, quien recibió cuestionamientos de sus más fieles aliados, como el presidente de Brasil, Lula da Silva y de Colombia, Gustavo Petro. Machado agradeció a Petro, Da Silva y al presidente de Francia, Emmanuel Macron, su postura crítica sobre las elecciones presidenciales del 28 de julio. Asimismo, el partido opositor venezolano Voluntad Popular (VP), dirigido por el político Leopoldo López, sostuvo que el presidente Maduro está solo, luego de que su Da Silva, calificara de grave el impedimento de inscribir a Yoris.