La exitosa producción llegó a las grandes pantallas de Estados Unidos y otros países en julio al mismo tiempo que Barbie, provocando un fenómeno viral bautizado como Barbenheimer por los cinéfilos. Pero, mientras que la película de la famosa muñeca se estrenó en Japón en agosto, Oppenheimer estuvo notoriamente ausente de sus cines durante meses.
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No se ofreció ninguna explicación oficial, lo que alimentó las especulaciones de que la película era demasiado controvertida para mostrarse en dicho país asiático, única víctima de la bomba concebida por Robert Oppenheimer.
Unas 140.000 personas murieron en Hiroshima y 74.000 en Nagasaki cuando Estados Unidos lanzó bombas atómicas en estas ciudades en 1945, días antes del fin de la Segunda Guerra Mundial.
En un enorme cine del centro de Tokio donde se proyectaba el viernes la película de Christopher Nolan, no había ni rastro de los carteles promocionales que uno espera ante un éxito global.
Solo un pequeño póster anunciaba la película, que tuvo un presupuesto de 100 millones de dólares, pero recaudó casi mil millones en cartelera.
Sensaciones encontradas en Hiroshima
La historia del físico Robert Oppenheimer cosechó elogiosas críticas y multitud de premios, siendo la más galardonada en los Óscar con siete estatuillas, incluida mejor película, mejor director y mejor actor para Cillian Murphy.
Pero en Hiroshima, la ciudad japonesa devastada por la primera bomba nuclear, el éxito de la cinta genera sensaciones encontradas.
Kyoko Heya, presidenta del festival de cine internacional de la ciudad, dijo a la AFP después de la ceremonia de los Óscar que la película de Nolan le pareció “muy américo-céntrica”.
"¿Es realmente una película que la gente de Hiroshima puede aguantar?”, se preguntó.
La ciudad renació en una vibrante metrópolis de 1,2 millones de personas, pero las ruinas de un edificio abovedado se mantienen en pie como crudo recordatorio del horror, junto a un museo y otros sombríos memoriales.
Después de mucha reflexión, Heya llegó a la conclusión de que quiere que “mucha gente vea la película”. “Me gustaría ver que Hiroshima, Nagasaki y las armas atómicas se convierten en temas de discusión gracias a esta película”, dijo.
En los medios japoneses, los críticos destacan que la película no muestra el daño causado por esas bombas.
“Podría haber habido mucha más descripción y representación del horror de las armas atómicas”, dijo el exalcalde de Hiroshima y superviviente de la bomba, Takashi Hiraoka, de 96 años, en una proyección especial de la película en la ciudad este mes.
Oppenheimer también se mostró en un preestreno en Nagasaki, donde el superviviente Masao Tomonaga, de 80 años, se dijo impresionado por la película.
“Pensé que el hecho de que la película careciera de (...) imágenes de los supervivientes de la bomba atómica era una debilidad”, afirmó este superviviente, que se dedicó a estudiar la leucemia causada por los ataques.
“Pero en realidad, las frases de Oppenheimer en decenas de escenas muestran su conmoción ante la realidad del bombardeo atómico. Eso fue suficiente para mí", dijo.
Fuente: AFP.