30 nov. 2024

Orden para desatar la tragedia en el Anfiteatro habría salido de la cárcel

La Policía apunta a que el blanco del ataque en San Bernardino era Marcos Rojas Mora, supuesto distribuidor de drogas en Central. El detenido Miguel Servín aparece como principal sospechoso.

El atentado que costó dos vidas el pasado domingo en San Bernardino habría sido un ajuste de cuentas entre gente vinculada al narcotráfico y la orden habría salido de la penitenciaría de Emboscada, según la hipótesis que sigue la Policía. El Departamento de Crimen Organizado maneja la información de que el crimen fue decretado más precisamente desde la celda de Miguel Ángel Servín, alias Miguel Celular, supuesto líder de una estructura criminal.

De acuerdo con esta información, el blanco del ataque era Marcos Rojas Mora, quien recibió ocho impactos de bala en distintas partes del cuerpo, y que el resto de las personas heridas fueron víctimas colaterales del hecho.

El comisario Sergio Insfrán, jefe de dicho departamento, manifestó, en comunicación con Radio Monumental, que el fallecido en el ataque habría incumplido con los códigos de la mafia.

“La hipótesis más fuerte que estamos teniendo es que la víctima (Rojas Mora) habría retirado mercadería (droga), se encargó de la distribución y se quedó con el dinero”, señaló el jefe policial.

Marco Rojas Mora se encontraba entre el selecto público que disfrutaba, en el sector vip del Anfiteatro José Asunción Flores, del festival Ja’umina.

Se maneja el dato de que el hombre estaba compartiendo un box junto con José Luis Bogado Quevedo y otras personas venidas desde Pedro Juan Caballero.

Los investigadores están abocados en averiguar quién fue la persona que realizó las reservas y compró las entradas para acceder al sitio.

Rojas se encontraba, además, con su pareja y otras personas.

La mujer ya fue contactada por los que están llevando adelante las pesquisas para que pueda brindar más información.

¿QUIÉN ES MIGUEL CELULAR? Miguel Servín, señalado como autor intelectual del trágico hecho, es considerado jefe de una megaestructura narco.

El mote le fue dado porque, antes de ingresar al submundo del tráfico de droga se dedicaba a la venta de teléfonos celulares en su Pedro Juan Caballero natal.

Sería aliado del Primer Comando de la Capital (PCC).

Su trabajo era el de coordinar el envío de cargamentos de cocaína a través de barcos desde puertos paraguayos a ciudades europeas o del Oriente Medio, como Israel. Allí pretendía ingresar 2.331 kilos de la droga escondidos en bolsas de carbón que se incautaron el 19 de octubre de 2020, en el puerto privado Terport de Villeta, según las autoridades.

Ayer, agentes policiales requisaron su celda, en el penal de Emboscada antigua, y se llevaron teléfonos celulares y otros artefactos para captar señal de internet, que serán peritados por expertos.


Título Correo
Texo

NUEVO GOLPE DE LA NARCOPOLÍTICA


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