En un comunicado, la oenegé denunció un “ecocidio en el Chaco” y reclamó "¡ni un permiso más, ni un árbol menos!”.
“Los incendios forestales, provocados en muchos casos por prácticas agrícolas inadecuadas en el marco del avance de la frontera agropecuaria, destruyen grandes extensiones de bosque nativo, afectando no solo a la fauna y flora autóctonas, sino también a las fuentes de agua y los ciclos climáticos locales”, señaló la organización.
De igual forma, advirtió de que el impacto sobre las comunidades humanas “es igualmente devastador”.
“Los pueblos indígenas y las poblaciones rurales que dependen de los bienes comunes de la naturaleza para su subsistencia enfrentan la pérdida del manto vegetal de sus tierras, la privación de su sustento y la disminución de la calidad del aire y el agua”, agregó el documento.
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En particular, alertó sobre la situación de los integrantes del pueblo indígena ayoreo que viven sin contacto en la región afectada por los incendios.
“Experimentan un agravamiento de las condiciones ya arduas en las que sobreviven, en territorios que les han sido usurpados, que implica la pérdida del hábitat y recursos vitales debido a la deforestación, la fragmentación del paisaje y a su misma expulsión de los enclaves privados y excluyentes”, señaló Codehupy.
En ese contexto, pidió “declarar en estado de emergencia al Chaco paraguayo, atendiendo a las necesidades de protección de las comunidades campesinas e indígenas”.
Además, “poner fin a las prácticas de estos incendios, que no dan tiempo a la regeneración de la vida silvestre y vegetal”, mediante una moratoria que los prohíba por un lapso no menor a tres años.
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También llamó a “respetar y garantizar la indemnidad de los territorios de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario”, y que se suspenda, por un tiempo no menor a tres años, el otorgamiento de licencias ambientales que autorizan el desmonte de las tierras destinadas a los proyectos de explotación agropecuaria, industrial o forestal.
Codehupy planteó “revisar y adecuar la legislación vigente, protegiendo con mayor amplitud reservas ecológicas, territorios del hábitat tradicional indígena” y que se sancione una ley de deforestación cero en la zona occidental del país, la más despoblada y donde se ubica el Chaco.
Una amplia área del Chaco fronteriza con Bolivia fue afectada en las últimas semanas por un incendio que consumió al menos 190.000 hectáreas de bosque nativo y que las autoridades temen se haya desatado en una finca.
Fuente: EFE.