Las organizaciones indígenas FAPI y MIPY emitieron un comunicado manifestando su repudio y descontento ante los actos de violencia registrados en el país en los últimos meses, y exigen al Gobierno tomar las medidas necesarias para detener este tipo de hechos hacia los pueblos indígenas.
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En las misivas hacen alusión a los actos de violencia registrados en los últimos días en la capital del país, en donde se registró el supuesto suicidio de una joven indígena en el Parque Bernardino Caballero de la ciudad de Asunción, como también la violación de una niña de la comunidad Mbya Guaraní, quien fue encontrada maniatada y abusada en un ex depósito de la Cervecería Paraguaya en el casco urbano de la ciudad.
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Igualmente, recordaron el caso del asesinato del indígena que se encontraba durmiendo sobre un banco de una parada de ómnibus en el microcentro asunceno.
MIPY, en su comunicado, sostiene que existe un grupo de organización racista en el país que impulsa la violencia contra los pueblos indígenas, donde sostiene que ninguno de estos hechos parecen ser casuales.
“Vivimos el inicio de este año 2020 con mucho dolor. Son muy duros los casos de extrema violencia que sufrimos las niñas, adolescentes y mujeres indígenas, sentimos el desprecio y la discriminación de la sociedad paraguaya y la inacción de las autoridades para que los culpables sean castigados”, señala el comunicado de MIPY.
Agrega que esta situación indigna y provoca que alcen sus voces pidiendo de manera urgente que se actúe para parar la violencia, asegurando que estamos ante un entorno etnocida.
“Creemos que estos no son casos aislados y que las autoridades deben investigar qué está sucediendo, porque nos están violando y matando sin que haya una preocupación por parte del Estado paraguayo para investigaciones rápidas y eficaces que den con los culpables y los castiguen. Creemos que además deben investigar si existe alguna organización o grupo racista que esté impulsando la violencia contra los pueblos indígenas, pues todos estos hechos ya no parecen casuales”, asevera.
Exigen justicia
Entretanto la FAPI, que congrega a 13 organizaciones indígenas de ambas regiones del país, manifestó su disconformidad con el Estado al no tomar medidas efectivas que garanticen y respalden a los pueblos indígenas en cuanto a sus tierras y territorios, en donde sean libres de presiones constantes como la deforestación y la contaminación generadas por los agronegocios.
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“Estos hechos de violencia no pueden pasar desapercibidos por las autoridades nacionales. Nos interpela a las organizaciones indígenas a hacer oír nuestra voz y a reclamar justicia ante estos hechos que demuestran la discriminación racial estructural hacia nosotros, los pueblos indígenas”, reza parte del comunicado publicado por la organización.
Tanto MIPY como FAPI ponen como principal punto de partida el desplazamiento forzado de los pueblos indígenas de sus territorios ancestrales, generando pobreza y miseria, muchas de ellas en complicidad con algunos lideres masculinos.
Exigen una acción inmediata de las instituciones responsables de garantizar los derechos de los pueblos indígenas, con el objetivo de tener una vida digna y libre de toda violencia.