EFE
El llamado titular del “Exchequer” indicó a ese periódico económico británico que su país debe mostrar al mundo empresarial que está “abierto a los negocios” tras la decisión del Reino Unido de votar a favor de la retirada del bloque comunitario en el referéndum celebrado el pasado 23 de junio.
“Debemos mirar hacia el horizonte y ver el camino que hay por delante”, indicó Osborne, y añadió que el objetivo es construir una “economía muy competitiva” con bajos impuestos para las empresas.
El actual impuesto corporativo en el Reino Unido está situado en el 20 %, por lo que un descenso a menos del 15 % lo situaría en un nivel parecido al de la República de Irlanda, que está en el 12,5 %, y muy por debajo del de EE. UU., del 39 %, o Alemania, del 30 %.
Según Osborne, el objetivo es también atraer la inversión de China y potenciar la inversión en el norte de Inglaterra.
Pese a todo, el político puntualizó que esperará a tener en sus manos las cifras oficiales sobre el estado de la Economía británica este verano antes de anunciar nuevas medidas.
El ministro admitió que el Reino Unido afronta “momentos de mucho desafío” y pidió al Banco de Inglaterra que utilice sus poderes para evitar una “contracción del crédito en la economía”.
Según Osborne, el Reino Unido trabajará intensamente para alcanzar nuevos acuerdos comerciales bilaterales.
Antes del plebiscito de junio, el ministro había alertado de que si ganaba el “brexit” podía verse obligado a subir los impuestos a través de la introducción de un presupuesto de emergencia, algo que finalmente no parece que ocurrirá, según los medios.
El Banco de Inglaterra informó la semana pasada que estudia medidas de estímulos monetarios para hacer frente a las consecuencias del “brexit”, que se traducirían en un recorte de los tipos de interés, que están en el nivel histórico del 0,5 %.
Entre otras cosas, la entidad indicó que tiene preparados 250.000 millones de libras (297.500 millones de euros) adicionales para sustentar el sistema financiero del Reino Unido ante la prevista volatilidad que traerá el “brexit” en los próximos meses.