Agregó que al culminar el 2024 reflexionaron sobre la relación con Paraguay, “reafirmando nuestra amistad y cooperación a través de los valores que nos unen”.
Y de paso, expresó el deseo de que el 2025 “nos brinde nuevas oportunidades” para fortalecer estos lazos, impulsar el desarrollo y construir un futuro más justo y próspero para todos. Y específicamente, auguró “un gran año a nuestros socios y amigos en Paraguay”, con absoluta normalidad y sin acusar recibo de las recientes declaraciones del jefe de Estado, Santiago Peña, en el programa de televisión de Mina en casa , donde dijo que como gobierno ya no existe contacto con el embajador Ostfield, y que todo contacto se da de manera directa con el gobierno de Joe Biden.
“Yo no necesito del embajador americano para hablar con Washington, tengo una excelente relación”, sostuvo el mandatario. Aclaró que el vínculo se perdió desde el momento en que pidió que se acelere la culminación de su misión diplomática en el país. Hecho que comunicó públicamente el canciller Rubén Ramírez, en agosto, luego de que el diplomático comunicara las sanciones a Tabesa, empresa vinculada a Horacio Cartes, mentor político de Peña.
Ostfield estuvo, sin embargo, en el Palacio de Gobierno el pasado 16 de diciembre para el saludo protocolar por fin de año de parte del cuerpo diplomático. Según Peña, la mala relación con el embajador Ostfield fue determinante para la ruptura del acuerdo de cooperación entre la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y la DEA (Administración de Control de Drogas) de los EEUU.