El enfrentamiento registrado entre el EPP y la FTC en Cerro Guazú, Departamento de Amambay, dejó como resultado la muerte de tres presuntos miembros del grupo criminal.
Antes de enfrentarse a los militares, los integrantes de la banda mataron a dos indígenas Pãi Tavyterã y presuntamente iban a asesinar a más personas de la comunidad por negarse a colaborar con ellos.
Los abatidos del grupo armado fueron identificados como Osvaldo Daniel Villalba Ayala, alias Comandante Alexander; Luciano Argüello y un hombre indígena con el alias de Simón. Los asesinados por el EPP fueron Rodrigo Gómez González y Alcides Romero.
Autoridades calificaron el operativo como uno de los más importantes en toda la historia de la lucha contra el EPP porque cayó abatido Villalba, considerado el máximo líder del grupo y quien estaba prófugo desde unos 17 años.
Su hermana lo invita a tomar las armas
Andrés Colmán Gutiérrez, periodista y autor del libro EPP: Historia no autorizada, relató cómo Osvaldo Villalba comenzó a activar en la banda criminal.
“Osvaldo es uno de los hermanos menores de Carmen Villalba. La familia Villalba en Concepción tiene una larga trayectoria como activos miembros de la Diócesis de Concepción con el monseñor Aníbal Maricevich, participan mucho en actividades de la iglesia y movimientos sociales”, señaló el investigador.
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“Cuando viene en los años 90 en Asunción para estudiar enfermería, ella se involucra con el partido Patria Libre, con Juan Arrom y Alcides Oviedo, con quien finalmente forma pareja y se casa. Participa del proyecto de crear un movimiento guerrillero que actuaría como el brazo armado clandestino de Patria Libre. De a poco va involucrando a sus hermanos, primero a Rosa Villalba, participa del famoso intento de asalto al banco de Choré, es arrestada, va a la cárcel dos años, vuelve a Concepción y ahí involucra a sus hermanos menores, Osvaldo y Liliana”, recordó Colmán.
Esta decisión de Carmen incluso motivó a su madre a denunciarla ante la Fiscalía por “adoctrinar” a menores de edad. Sin embargo, poco después, luego del secuestro de María Edith Bordón de Debernardi, la familia hizo un pacto para protegerse mutuamente, comentó el escritor.
Por su parte, el comisario Nimio Cardozo, jefe del Departamento Antisecuestro de la Policía, indicó que en esa época, con solo 17 años, Osvaldo comenzó a “adiestrarse en todo lo que es el terrorismo rural”.
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“Teniendo entre 16 y 17 años empezó a mamar todo lo que era la filosofía marxista-leninista y todo lo que es el adiestramiento de este tipo de hechos de combate rural”, comentó Cardozo a Monumental 1080 AM.
El primer crimen de Villalba del cual las autoridades tienen registro fue el secuestro y muerte de Cecilia Cubas en el 2004. En aquellos años, los principales líderes del brazo armado de Patria Libre, Osmar Martínez, Alcides Oviedo Brítez y Carmen Villalba, fueron apresados. De esta manera, Osvaldo quedó a cargo de la banda.
El Comandante Alexander asume el mando
“En el 2005, cuando empieza el entrenamiento en los montes de Sidepar, Caaguazú, con dos miembros de la FARC, según testimonios de miembros que fueron del EPP, entre ellos (Rubén Darío) Bernal, el guerrillero arrepentido, Osvaldo Villalba asume la comandancia de lo que sería el grupo guerrillero y empieza la marcha hacia el Norte. En el 2008 adoptan el nombre de Ejército del Pueblo Paraguayo”, relató Colmán Gutiérrez.
Osvaldo Villalba adopta el alias de Comandante Alexander, en tanto Manuel Cristaldo Mieres es su segundo al mando y se hace llamar Subcomandante Santiago. Otra importante integrante del grupo es Magna Meza.
Esta última se convertiría en pareja de Osvaldo y madre de dos hijos suyos, un varón que tendría aproximadamente 17 años de edad, según la Policía, y una niña que presuntamente fue abatida por la FTC en un operativo realizado en setiembre de 2020. En el mismo procedimiento murió otra niña, presuntamente hija de Manuel Cristaldo Mieres y Liliana Villalba.
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Aquella marcha al Norte estuvo regada de sangre, comentó el periodista. “El grupo armado, se habla de unas 20 personas más o menos, empieza a marchar desde Sidepar (Caaguazú) hasta Puentesiño (Concepción), llega hasta la frontera con Brasil. Van ejecutando policías y capataces. Después ya perpetran el primer secuestro grande, el de Luis Lindstron, eso ya se hace con la dirección de Osvaldo Villalba”, narró.
El comisario Cardozo fue categórico en cuanto a la participación de Villalba en los golpes de la banda terrorista: “Tenemos judicializada su trayectoria criminal: se inicia en el secuestro de Cecilia Cubas. Estuvo en todos y cada uno de los secuestros del EPP, en todos los atentados criminales que hicieron, en todos los homicidios, tenía la capacidad de ordenar que una persona viva o muera. Tenía la capacidad de quitarle la vida con una orden a cualquier persona que caiga en sus manos”, aseguró el jefe policial, quien desde hace varios años investiga al grupo.
Una persona “determinada y cruel”
“El EPP, por la mera sospecha de alguna persona, sea colaborador de la fuerza pública, ellos le quitan la vida a esa persona. En Kurusu de Hierro mataron a un docente que no tenía nada que ver con la fuerza pública, pero por la sospecha le mataron. Tenemos el caso de los alambradores (en Yby Yaú), que también les mataron. Según lo manifestado por el senador Fidel Zavala, Osvaldo era una persona violenta, cruel, que no tenía apego a la vida, él lo describe como un verdadero animal”, comentó este lunes el comisario Cardozo.
De igual manera, Colmán Gutiérrez afirma que los testimonios que hay sobre Villalba apuntan a que es una persona “determinada y cruel”.
“Dicen que tiene un carácter muy fuerte, muy determinado y algunos le retratan como cruel en la toma de decisiones, cuando tiene que ‘ajusticiar’ a alguien. En este último caso evidentemente había una decisión de ajusticiar a toda una familia Pãi Tavyterã, que son parientes de Digna Morillo, quien lidera prácticamente la resistencia al EPP en la comunidad. Eso fue por una colaboración o por dar un ejemplo, como en el caso de Eusebia Maíz, que le hicieron volar la cabeza por presuntamente pasar datos a la Policía”, comentó.
En ese sentido, Cardozo resaltó que se trató de uno de los operativos más importantes en la lucha contra el EPP: “Él planificaba y mandaba ejecutar las actividades de este grupo. Cayó el más grande de todos los terroristas que tuvieron hasta este momento el Paraguay. Es un punto de inflexión. No quiere decir que el EPP esté acabado”, advirtió el jefe policial.
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Sobre el punto, Colmán recordó que el segundo al mando es Cristaldo Mieres, a quien describen como alguien muy similar a Villalba. No obstante, también destacó que el procedimiento del domingo “fue un golpe muy grande”.
Al respecto, el periodista indicó que la descripción que hacen de los cuerpos de los abatidos, tanto Osvaldo como Argüello, es que “están muy desnutridos, muy golpeados físicamente, creo que están en una situación muy debilitada”.
“En el trasfondo hay una división entre (Alcides) Oviedo y Villalba. Oviedo y otros líderes presos le cuestionaron el reclutamiento de menores en un comunicado cuando el caso de las niñas, y hay una división en la dirigencia que tiene que ver también con que Oviedo tiene otra pareja, se separó de Carmen, entonces hay una división en la familia, pero también una división en cuanto a los objetivos y de visiones de cómo manejar el grupo armado”, analizó Colmán.
