El operativo fue realizado por funcionarios de la Gerencia Comercial, Asesoría Legal y Agencia Regional Alto Paraná de la ANDE, en un suministro que se encontraba de forma irregular, con conexión directa sin medidor a una red interna de media tensión, con una carga promedio de 30 amperios en las tres fases, equivalente a una demanda instantánea de 1.186 kW, el cual era utilizado para actividades de criptominería.
El hecho fue detectado el lunes, aproximadamente al mediodía, realizándose la denuncia ante el Ministerio Público a las 15:50, pero la orden de allanamiento demoró hasta el día siguiente. “Se visualizaron 2 contenedores con estructura metálica interna para alojamiento de los procesadores de criptoactivos totalmente vacíos. En uno de ellos se encontraron apilados en el suelo procesadores averiados y un transformador con datos de placa de 1.000 kVA que aparentaba ser de 3.000 kVA por su estructura y peso”, detalló la entidad.
Como parte del procedimiento, la ANDE presentó una denuncia formal por los delitos de sustracción ilegal de energía eléctrica, perturbación del servicio público y sabotaje.