Otra denuncia de proporciones más grandes incluso que la de la casaquinta de Ayolas, que levantó Jatar producto de una supuesta invasión, es la que entabló el empresario Fernando Gómez Brítez al que supuestamente le fue arrebatada la firma Harpaya SA, e invadida su propiedad con el mismo modus operandi que en Ayolas, es decir, “en patota”.
“Se apropió de mi empresa e invadió mi propiedad”, afirmó Gómez, quien hasta julio de 2023 según radica en una denuncia formal que duerme en la Justicia, llevaba las riendas de una empresa embotelladora de agua en bidones grandes. El negocio iba en funcionamiento, compró camiones de gran porte para comercialización local y otra para el interior. El sueño se truncó cuando ingresaron el diputados y “barrabravas”, recuerda.
Gómez dice que los documentos le dan la razón. Tiene el establecimiento formal de la firma donde es apoderado general, que realizó todos los trámites en INAN para operar –según consta en documentación arrimada–, compró todos los implementos livianos y maquinaria para la fábrica, alrededor de G. 1.300 millones solo en la implementación del negocio, incluyendo la puesta a punto del tinglado donde debía estar funcionando la empresa, es lo que perdió con la invasión, afirma Gómez. Según declaración jurada, Jatar registra un total de G.400 millones en acciones de la empresa.
Gómez afirma que la pérdida es de casi G. 3.000 millones, puesto que el valor del terreno de siete hectáreas donde se asienta la fábrica en Villeta es elevado. El lucro cesante, o sea lo que dejó de percibir al cese de las operaciones es de alrededor de G.60 millones al mes, dedujo Gómez.
JUSTICIA CONGELA CAUSA. La causa caratulada N°1132 /2023 caratulada ”Jatar Fernández Safuán y Gerardo Safuán Ledesma s/invasión de mueble ajeno”, está en el despacho de la agente fiscal Casse Giménez. Luego de varias diligencias que incluyó una recusación a fiscales de la causa, la causa volvió a su origen y ahí duerme desde entonces.