Este año un equipo había sugerido que el objeto podría ser un iceberg de hidrógeno molecular (H2), una idea ahora descartada por expertos del Centro de Astrofísica de Harvard y Smithsonian (CfA) y del Instituto de Astronomía y Ciencias Espaciales de Corea (Kasi).
El nuevo estudio analizó si un objeto basado en el hidrógeno podría haber hecho el viaje desde el espacio interestelar hasta nuestro sistema solar.
La idea de que ‘Oumuamua fuera esa especie de iceberg parecía “prometedora” pues podría explicar su forma extremadamente larga y la aceleración no gravitoria, pero esa teoría se basa en la suposición de que el hielo H2 podría formarse en nubes moleculares densas, señala el CfA.
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Si esto es cierto, los objetos de hielo H2 podrían ser abundantes en el universo y, por lo tanto, tendrían implicaciones de gran alcance, señaló Thiem Hoang, investigador principal del grupo de astrofísica teórica del Kasi y autor principal del trabajo.
Los autores del estudio, que quisieron probar esas suposiciones, consideran que los icebergs de hidrógeno no podrían sobrevivir a ese viaje, que probablemente supondría cientos de millones de años, porque “se evaporan demasiado rápido”, indicó, Avi Loeb, profesor de CfA y coautor del artículo.
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Los investigadores se centraron en la nube molecular gigante W51 -una de las más cercanas a la Tierra, a solo 17.000 años luz,como un punto de origen potencial para ‘Oumuamua, pero tienen la hipótesis de que no podría haber hecho el viaje intacto.
“Este objeto es misterioso y difícil de entender porque exhibe propiedades peculiares que nunca hemos visto en los cometas y asteroides en nuestro sistema solar”, dijo Hoang.
El objeto que fue descubierto en 2017 cuando viajaba a una velocidad de más de 300.000 kilómetros por hora, fue clasificado primero como un asteroide y, cuando más tarde se aceleró, se vio que tenía propiedades más parecidas a las de los cometas, pero su origen sigue siendo un misterio.