La medida se dispuso debido a que con esos escapes, a los que se les coloca roncadores, se genera un molestoso ruido por las calles de la ciudad.
La destrucción se llevó a cabo frente a la Municipalidad ovetense. El perjuicio económico supera los G. 30 millones.
La instalación de caños de escapes especiales en motocicletas es una práctica realizada, principalmente, por jóvenes. Se organizan en gavillas para recorrer la ciudad los fines de semana, provocando una incomodidad a vecinos por el ruido ensordecedor que ocasiona el uso de estos caños de escape. RF