Se espera que luego las autoridades sanitarias del Reino Unido en conjunto con la Unión Europea evalúen la información para someterla a una aprobación rápida, teniendo en cuenta la crisis sanitaria a nivel mundial, afirmó Martin.
La primera partida sería destinada para el Reino Unido y Europa. Se apunta a vacunar a 20% de la población de América Latina entre enero y marzo, comentó el periodista argentino.
Ayer, Brasil anunció que duplicará hasta 10.000 el número de voluntarios en la tercera fase de las pruebas clínicas de la vacuna desarrollada por el laboratorio anglo-sueco AstraZeneca y la universidad británica de Oxford.
La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) de Brasil señaló en un comunicado que, a pedido del laboratorio responsable de los estudios, ha autorizado la “inclusión de nuevos voluntarios”, que pasarán de 5.000 a 10.000.
Asimismo, el órgano regulador autorizó “la ampliación del rango de edad de test de la vacuna para participantes mayores de 69 años y la inclusión de dos nuevos estados en las pruebas de Oxford: Río Grande do Norte (nordeste) y Río Grande do Sul (sur)”, fronterizo con Argentina y Uruguay.
Las pruebas de la vacuna británica fueron retomadas el lunes después de estar suspendidas durante una semana en el Reino Unido, Estados Unidos, Brasil y Sudáfrica, países donde se llevan a cabo, debido a las complicaciones presentadas por uno de los voluntarios. Brasil es uno de los países más afectados por la pandemia del nuevo coronavirus, al lado de Estados Unidos e India, con más de 4,3 millones de casos confirmados y 132.000 muertos, según el último balance oficial, divulgado el lunes por el Ministerio de Salud.
Efectos de la Sputnik V
Un 14% de los rusos vacunados con el fármaco contra el Covid-19, Sputnik V, mostraron efectos secundarios, admitió ayer Mijaíl Murashko, el ministro de Sanidad de Rusia. “Más de 300 personas fueron vacunadas. Aproximadamente un 14% de ellas se quejaron de un poco de debilidad, leves dolores musculares a lo largo del día y, a veces, de fiebre”, comentó Murashko. Según el titular de Sanidad, se trata de reacciones previsibles, “justo lo que está descrito en las instrucciones”. EFE