30 may. 2025

Pablo Lemir: “Cuando haya el punto de quiebre, irán a un cementerio humanitario”

El médico forense Pablo Lemir explicó que, en el marco de una pandemia, cuando se produce el punto de quiebre ya no habrá capacidad de absorber en el sistema a los fallecidos, por lo que todos irán a un cementerio humanitario.

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El director de Medicina Forense del Ministerio Público, Pablo Lemir.

Foto: Fiscalía.

El médico forense Pablo Lemir explicó que en el caso en que no haya una disponibilidad inmediata del sitio para el entierro de fallecidos por Covid-19, el cadáver queda en custodia en la funeraria que está prestando el servicio hasta que se disponga un lugar en el cementerio.

Expresó que este protocolo se realiza dentro de un marco donde todavía no se llegó al punto del quiebre y que esto se produce cuando se exceden las capacidades locales de brindar servicio de absorber cuerpos, porque la funerarias y los cementerios estén saturados.

Dijo que en ese momento se debe disponer un lugar, que normalmente lo debe dar la municipalidad local y cuando esta institución no puede, ya sea por no tener capital, capacidad o recursos, debe sustituirle la Gobernación del departamento y establecer un lugar donde serán enterrados los cuerpos, que es llamado cementerio humanitario, que no es cementerio Covid-19.

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“En el marco de una pandemia, cuando se produce el punto de quiebre van a haber muertos que son Covid-19 y muertos que no son Covid-19, y si ya no hay capacidad de absorber en el sistema, todos esos van a ir en un cementerio humanitario”, explicó en conversación con C9N.

Manifestó que se denomina cementerio humanitario porque se cumplen ciertas normas del derecho internacional humanitario. Dijo que los cuerpos están separados en una distancia de 80 centímetros uno de otro, lo que permite que pasando un tiempo posterior a la pandemia la familia pueda retirar y trasladar el cuerpo a otro camposanto o bien dejarlo ahí con una losa.

Los cuerpos deben ser embalados en bolsas mortuorias

El médico forense dijo que el protocolo para el tratamiendo de cadáveres de personas que fallecieron a causa del Covid-19 está vigente desde abril pasado y que ha sufrido una sola modificación, de forma más que de fondo, y que no ha variado en cuanto a su contenido principal.

Refirió que los cuerpos deben ser embalados en bolsas mortuorias que deben estar desinfectadas antes de contener los cadáveres, luego deben ser introducidos en un cajón sellado, para finalmente ser enterrados.

Una vez que el féretro esté sellado, la posibilidad de que el cajón contagie el virus es casi nula y una vez que esté enterrado ya es nula.

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“Yo puedo estar sentado encima de un lugar donde está enterrado un cuerpo y no por eso me voy a contagiar. El virus no camina solo, el virus se dispersa por el hecho de toser, respirar, gritar, cantar, estornudar y un cadáver no hace ninguna de estas cosas; es decir, no es un emisor natural de aerosoles”, explicó.

Manifestó que la única forma de que podría eventualmente contagiar sería violando los precintos del cajón y entrando en contacto directo con el cadáver.

Lemir explicó que el velatorio no se puede realizar por la familia, ya que es un evento que por sus características implica altas posibilidad de contagio de las personas vivas que están ahí llorando, gritando, se les está abrazando y no hay distanciamiento físico.

Última opción es utilizar hornos crematorios

El médico forense refirió que la última opción y lo menos aconsejable es utilizar hornos crematorios, incluso a nivel internacional.

“No es primera opción de ninguna manera, porque cuando quemamos un cuerpo eliminamos indicios o evidencias potenciales”, expresó.

Dijo que en el caso de que dentro de algunos años se abra una sucesión y hay un hijo o hija sin ser reconocido no se podrá realizar el estudio de ADN.

También habló de la posibilidad de que algún familiar pida dentro de un tiempo que se haga autopsia porque piensa que el fallecido no murió por coronavirus y en este caso ya no se podría hacer si es que se optara por la cremación.

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“En el supuesto de que se opte por una cremación, porque colapsamos totalmente, y se traigan los cuerpos al horno pirolítico de la Senad, hacer el trayecto de Alto Paraná a Chaco’i hablamos de más de 400 kilómetros, no tiene ningún sentido práctico, menos por la capacidad que tiene el horno que, a reventar, nos dará la posibilidad de cuatro a seis cadáveres por día”, acotó.

Paraguay registra a la fecha 13.602 contagios y 219 decesos a causa del Covid-19. El Ministerio de Salud reportó que hay 266 internados, de los cuales 66 están en Terapia Intensiva.

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