La observación médica muestra una franca evolución. “El trasplante fue exitoso, el paciente está orinando bien, lúcido y muy contento con la evaluación inicial”, indicó el Dr. Hugo Espinoza, director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), quien como cirujano vascular encabezó el procedimiento.
Este primer trasplante renal con donante vivo emparentado en Ciudad del Este fue posible gracias al convenio vigente entre el Ministerio de Salud, la Décima Región Sanitaria, Itaipú Binacional, el INAT y la Fundación Tesãi. “Es el primero en el Alto Paraná en cuanto a donante vivo emparentado”, explicó.
La hija, de 37 años de edad, como un gesto de amor filial, decidió, en consenso con los demás integrantes de su familia, donar su riñón al padre. Por lo tanto, fue sometida a todos los estudios de rigor para determinar la histocompatibilidad.
Recordó que la legislación vigente en nuestro país permite que un familiar le done a un pariente enfermo renal su riñón. “Puede ser a su cón-yuge, su pareja de hecho o su concubina, sus hijos y sus familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad”.
La compleja intervención se realizó en el Hospital del Área 2, mediante un trabajo multidisciplinario que involucró a cirujanos vasculares, nefrólogos, anestesistas, terapistas, cardiólogos, urólogos, instrumentadores del INAT de la capital del país, además de cirujanos especialistas, personal de enfermería, apoyo y Laboratorio de Tesãi.
Diferente. El Dr. Espinoza, un referente en trasplante de órganos y tejidos en nuestro país, refirió que en mayo pasado se inició el primer trasplante, siendo a la fecha el tercer trasplante en el Alto Paraná, utilizando la infraestructura, equipo médico y humano del Hospital del Área 2 en el marco de este convenio de cooperación interinstitucional. “En este caso, la modalidad fue diferente porque una hija le dona a su padre enfermo y con insuficiencia renal crónica y en hemodiálisis periódica. La extracción del riñón se realizó por videolaparoscopía”, indicó.
Todas las muestras previas se tomaron en el Laboratorio de la Fundación y de ahí mediante gestiones de la X Región Sanitaria se derivaron al Laboratorio Central del Ministerio de la capital del país, sin necesidad de que el paciente se movilice, evitando molestias y ahorrando tiempo y distancia.
Acotó que el procedimiento por videolaparoscopía permite una rápida recuperación del paciente. “Es una manera menos agresiva de operar relativamente nueva. Había una alteración muy importante en la calidad de vida del paciente, entonces al tener a la hija como donante y ser compatible indicaba la posibilidad de un trasplante y lo hicimos”.
Conciencia. La Dra. Noelia Torres, directora de la Décima Región Sanitaria, manifestó que el trabajo en equipo es la clave para lograr esa fuerza sinérgica entre las instituciones involucradas, sembrando conciencia sobre la importancia de donar órganos, tejidos y células para seguir salvando vidas.
La ablación y trasplante fue el viernes último y duro nueve horas aproximadamente con la participación de un amplio plantel médico.