Destacan el trabajo de los profesionales que prestan servicio en este centro médico, pero aseguran que no pueden hacer milagro si no tienen insumos y medicamentos. “Queremos hacer llegar nuestra voz de reclamo para que nos provean de medicamentos e insumos que necesitamos. El Incan nos envían, pero que pasa, en pocas cajas, que rápidamente se termina, porque esto a crecido bastante”, relató la profesora Leonarda Arévalos, de la Asociación de Voluntarios de Pacientes Recuperados de la Unidad Oncológica del Hospital Regional de Ciudad del Este. Lamentó que ayer no contaban ni siquiera con guantes en la farmacia del hospital. El problema es grande debido a que desde su funcionamiento en mayo del año pasado, creció considerablemente la cantidad de pacientes, no solo de Alto Paraná, sino de departamentos vecinos como Caaguazú y Canindeyú. “No solo eso, tratándose de los insumos, sí o sí tenemos que preparar los insumos y entregar para nuestro tratamiento, pero qué ocurre, en la farmacia no contamos con insumos. Contamos a veces con jeringas 10 de 20 y guantes. En este momento solo se cuenta con jeringas de 10, no tienen jeringas con rosca, no tienen guantes y ni mencionar los otros insumos”, agregó. Dijo que en estas condiciones tienen que comprar los insumos. Pero el mayor problema se da con los medicamentos para los diferentes tipos de cáncer. “Estamos hablando de medicamentos con costos elevadísimos, no hay bolsillo que aguante, además el cáncer no elige edad, color ni sexo, nos puede tocar a todos por igual”.
La paciente agregó que hay tipos de cáncer que avanza muy rápido, que no puede esperar. Comentó que hay pacientes que deben ir a cirugía y se tropiezan con otro problema, que es esperar el turno. “Allí tropezamos con otra dificultad porque no contamos con un servicio de cirugía exclusivo para pacientes con cáncer y tenemos que esperar turno”. Arévalos señaló que el paciente que espera mucho ya perdió su tratamiento, el tumor se regeneró y “va avanzando, no espera y tenemos problemas con el servicio de cirugía. Esa es otra dificultad que tenemos. También tenemos problemas con la tomografía contrastada, tenemos un radioterapista, pero no tenemos la máquina, entonces urge hacer llegar nuestra voz de reclamo ante las autoridades para que nos escuchen y nos atiendan la gente de Salud Pública”.
“Este servicio ha crecido enormemente, porque viajar hasta el Incan (Instituto Nacional del Cáncer) es un suplicio, además tiene su costo. Los médicos acá se ven con las manos atadas. Nosotros tenemos la mejor atención y se ven con esta dificultad para completar esa predisposición personal y profesional que tienen. No hay insumos, no hay medicamentos y el paciente que puede consigue y el que no puede tiene que esperar y va acortando su vida”, agregó.