30 nov. 2024

Pacto en el Senado pone a Víctor Ríos como integrante de la Corte

El legislador liberal obtuvo 33 votos, en medio de críticas desde su propio sector, cartistas y PPQ. Hubo fuego cruzado por denuncias de intromisión de grupos fácticos y politización de la Justicia.

En una sesión extraordinaria que duró más de cuatro horas, con extensas intervenciones a favor y en contra, el senador liberal Víctor Ríos obtuvo 33 votos, quedando designado como nuevo ministro de la Corte Suprema de Justicia.

Ríos tiene 50 años, por lo que prácticamente tendrá un cargo asegurado por 25 años, atendiendo a que la mayoría de los ministros de la Corte designados van hasta los 75. En su reemplazo ingresará el ex diputado liberal Carlos Zena Duarte.

Los senadores del Partido Patria Querida objetaron la politización de la justicia y el proceso del Consejo de la Magistratura por no incluir a los mejores puntuados.

El candidato del sector fue Gustavo Ocampos. Enrique Riera también apoyó al magistrado. Ya sobre la hora, segundos antes de la votación, Silvio Ovelar abogó por la magistrada Alma Méndez.

Hubo discursos contra la intromisión de poderes económicos, en lo que consideran una atribución del Senado respecto a la designación de un candidato para la Corte.

El liberal Enrique Buzarquis, quien propuso la elección de Ríos, hizo una dedicatoria especial al arzobispo de Asunción Edmundo Valenzuela, sacándole en cara una serie de trapos sucios, sobre la ausencia de postura de la Iglesia en cuestiones claves, como el asesinato de Rodrigo Quintana, entre otros.

Mientras varios colorados ensalzaron la figura del candidato electo, sus propios correligionarios despotricaron en su contra, entre ellos Blas Llano y Zulma Gómez. Llano incluso pidió permiso porque no quería ser partícipe. Algunos senadores negaron que formó parte de la negociación para la mesa directiva, ya que Ríos no acompañó la candidatura de Cachito sino de Eusebio Ramón Ayala.

Sin embargo, Juan Carlos Galaverna insistió en que forma parte de un acuerdo político, y que supuestamente incluye el TSJE (Tribunal Superior de Justicia Electoral).

Aunque participó de la sesión, Calé pidió al titular del Congreso, Óscar Salomón, que conste en acta que no iba a votar, y que tampoco era una abstención, y al final le deseó éxitos y suerte a Ríos.

Fuego cruzado. ”Quiero denunciar la grosera intromisión en asuntos parlamentarios de asociaciones o grupos que jamás levantaron su voz de protesta sobre esta cuestión”, refirió Miguel Fulgencio Rodríguez, del Frente Guasu.

Buzarquis alegó que así como hay buenos productores y ganaderos, también hay “contrabandistas”, y “los que han despojado al pueblo indígena de sus tierras”.

“Es hora que ciertos sectores se quiten la careta. Cuando (Horacio) Cartes y su equipo llevaban a Sandra Quiñónez como fiscala general, no le he escuchado a Edmundo, UIP, ARP”, sostuvo, y sentenció: “Es la máxima hipocresía, rastrera y vil política”.

“No pueden mantener los votos una semana para hablar realmente de los candidatos, y no simplemente tener un amigo en la Corte, por si tenga algún problema, tener la puerta abierta”, reclamó Stephan Rasmussen, del PPQ.

“No seamos hipócritas”, fue el pedido del luguista Hugo Richer, alegando la “justicia está podrida”.

“Le voté a Sandra Quiñónez. Me va a faltar la vida para arrepentirme, pero le voté. A esta Corte le falta muchísimo. No hubo ningún problema cuando se le eligió a otras personas de otros partidos de activa militancia. No hubo ningún quiebre, no vino el fin del mundo, ahora resulta que sí viene”, alegó la senadora progresista Desirée Masi.

“La mochila de un senador siempre será más pesada que un magistrado”, consideró la liberal Zulma Gómez.

Un par de horas después, se dio a conocer el decreto firmado por el presidente Mario Abdo Benítez, confirmando al parlamentario para cubrir la vacancia de Gladys Bareiro.