La familia Lesme Barrios es una de las familias que pasaron por el dolor de la pérdida de un ser querido a causa del Covid-19.
Su dura experiencia se dio apenas en los primeros días de la llegada de la enfermedad en nuestro país, enfrentándose a un débil sistema de atención sanitaria.
El coronavirus se cobró la vida de Héctor Lesme Romero el pasado 9 abril, luego de haber luchado en Terapia Intensiva de un sanatorio privado por al menos 15 días.
La enfermedad le fue diagnosticada el 23 de marzo, cuando la atención por fin le llegó, ya luego de haber desarrollado un cuadro de neumonía severa.
Su esposa, Carolina Barrios, contó en el programa La Lupa que habían llegado de un viaje a Europa el 18 de marzo y rápidamente tomaron la medida de cuarentena obligatoria dictada por el Gobierno.
Sus dos hijos que habían quedado en la casa tuvieron que recurrir a familiares para resguardarse, mientras sus padres guardaban aislamiento total.
Carolina relató que los síntomas atacaron a su marido al día siguiente de haber llegado al país, específicamente el 19 de marzo, inicialmente con una febrícula y sensación de cansancio en todo el cuerpo.
Confiándose en las líneas habilitadas por el Ministerio de Salud Pública, comentó que hizo los llamados respectivos al 154 y 911 para avisar sobre la situación de su esposo.
La respuesta que obtuvo es que sigan estando en casa y que controle los síntomas.
“Solo me dijeron que combata la fiebre con paracetamol y que lo mantenga hidratado”, señaló al tiempo de resaltar que la fiebre se volvió persistente y cada vez más elevada.
En medio de la desesperación, según su relato, llamó a distintos centros asistenciales públicos y no pudo recibir atención de ninguno.
“La respuesta siempre era que se iban a comunicar conmigo. El domingo (22 de marzo) vuelvo a llamar porque estaba muy mal y no iba a poder llevarle, no tenía cómo”, siguió.
Barrios contó que volvieron a derivarle a otros muchos números telefónicos, siendo una de ellos el contacto del servicio de ambulancia SASA.
A cuatro días de haber pasado por todos los síntomas, Héctor Lesme recibió atención pero se vio en la necesidad de asistir a un sanatorio privado porque en los públicos no recibió respuesta.
“Yo sabía que debía esperarse al quinto día para el test, pero para mí eran muy evidentes los síntomas. Nos fuimos al privado porque no tuvimos respuestas en Salud Pública”, refirió.
El padre de familia subió a la ambulancia el 22 de marzo y no volvió a su casa. Su esposa comentó que al llegar fue internado en terapia intermedia, pero solo permaneció ahí por poco tiempo.
“A él lo meten a Terapia Intensiva día y medio después de llegar, ahí no se vuelve a despertar”, refirió. Tras 19 días de internación, se comunicó sobre su fallecimiento.
“Lo de él fue muy rápido y ya no dio tiempo a nada. Se le hicieron todos los tratamientos que había, pero él ya llegó muy grave”, lamentó.
“Cuando el daño es irreversible te hace mucho daño preguntarte si hubiera sido diferente si recibía atención a tiempo. Yo creo que si el protocolo no era esperar a estar muy grave para ser atendido, él no iba a estar llegando con una neumonía severa”, concluyó la mujer.