Leonardo Ramírez perdió a su hijo de 10 años durante la celebración de Nochebuena hace 23 años, a causa de una bala pérdida que irrumpió su hogar y perforó el pulmón del pequeño mientras cenaban.
Desde entonces, el hombre lleva adelante una campaña individual para concienciar a las personas y orientarlas a no realizar disparos que pueden provocar la muerte de otras personas como ocurrió con su hijo.
El padre del pequeño Rodrigo manifestó a la cronista de Telefuturo, Noelia Duarte, que persiste con esta campaña año tras año, para evitar que otras familias no pasen por esa infeliz y desagradable experiencia.
Asimismo, Ramírez lamentó que la investigación fiscal nunca haya avanzado y que el casó quedó impune a pesar de los elementos de prueba que él y su familia se encargaron de arrimar al Ministerio Público.
A festejar sin disparos al aire. Un padre de familia afectado pide tomar conciencia principalmente durante estas fiestas.
— Telefuturo (@Telefuturo) December 19, 2024
🔴EN VIVO: https://t.co/bmmwHO0HQj#TelefuturoPy #MeridianoPy pic.twitter.com/EL2pIiWVje
El hombre confía que con esta campaña puede colaborar a que muchas personas entiendan que no deben realizarse disparos al aire como una manifestación de celebración.
En la zona de Alto Paraná, Ramírez recorre los medios de comunicación para dar a conocer su triste experiencia, un dolor que aún persiste en su familia, y a través de eso advertir sobre inadaptados que utilizan de esa manera las armas de fuego y que terminan por enlutar varias familias.
“Yo no pretendo que en estas fiestas, Navidad y Año Nuevo, se esté enlutando nuevamente a ciertas familias, porque muchas veces la gente, a raíz del alcohol utiliza el arma para divertirse, sabiendo que hay criaturas que muchas veces están en el patio de la casa, y sin qué ni para qué, de repente, a cualquiera se le puede matar”, manifestó Ramírez a la cronista de Telefuturo.
Lea más: Campaña para evitar disparos al aire en las fiestas: “Celebremos con responsabilidad”
Asimismo, relató que cuando su hijo de 10 años se encontraba dentro de la casa, cenando en la víspera de Navidad, cayó una bala letal.
“No fue fácil, por más de que yo le llevé al hospital, el calibre 9 mm no llegó a salir y a mí, al menos, estas fechas de Navidad y Año Nuevo no me traen gratos recuerdos”, expresó.
De igual manera, expresó que las personas tienen que “saber, entender, comprender” que las armas de fuego no son para jugar. “La gente tiene la maldita costumbre, se olvida, piensa que finaliza el año, pero no se da cuenta que hay inocentes que están en el patio de la casa y no toda la gente tiene una casa tipo búnker ni tampoco blindado”, acotó.