Una bebé de tan solo 22 días que padece de varias patologías requería ser sometida a una transfusión de sangre de forma urgente. No obstante, sus padres negaron el permiso para el procedimiento, argumentando creencias religiosas.
Ante la situación, la jueza de la Niñez y la Adolescencia Gladys Solís intervino en el caso y ordenó que la bebé pueda acceder a la transfusión, informaron a través de NPY.
Solís manifestó que, pese a que existe la libertad de culto, garantizada por la Constitución Nacional, “el valor mayor que tenemos que precautelar es la vida”.
“El Juzgado de la Niñez está para garantizar los derechos que tienen los niños. El bien jurídico mayor es la vida, y la vida y el interés superior del niño están sobre todo, nuestra Constitución lo dice”, expresó al respecto la magistrada.
La jueza también explicó que fue la médica de guardia quien pidió la intervención del Juzgado de la Niñez y la Adolescencia, acudiendo primero a la Defensora Pública, mediante lo cual se pudo llevar adelante el procedimiento.
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De acuerdo con lo señalado por representantes del Instituto de Previsión Social (IPS), donde fue atendida la pequeña, en caso de que no se le haya podido realizar el suministro de sangre, la recién nacida habría empeorado.
La pareja pertenecería al grupo religioso conocido como testigos de Jehová, donde no admiten de ninguna manera la transfusión sanguínea, incluso si en caso de no acceder al tratamiento puedan perder la vida. Se desconoce si los padres serán procesados por el caso.
Los nombres de la recién nacida y de sus progenitores se omiten en cumplimiento del artículo 29 del Código de la Niñez y la Adolescencia, que prohíbe la publicación de datos que posibiliten identificar a los menores de edad en condición de víctimas o supuestos autores de hechos punibles.