“No le temo a la muerte. Sé que es inminente. Pero quiero ir a morir en mi casa”, expresó el sacerdote Francisco de Paula Oliva, quien atraviesa por un delicado cuadro de salud desde hace unos meses y se encuentra atendido en Taita Róga de la Congregación Jesuita.
El periodista y caricaturista Mario Casartelli contó en sus redes sobre el deseo del padre Oliva de dejar Taita Róga y volver al Bañado Sur, donde residía y trabajaba junto a los más necesitados.
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Asimismo, Casartelli señaló que el pa’i Oliva ya había confesado su desacuerdo con los manejos “verticalistas” de las autoridades Jesuitas.
“¿Será también por ello la negativa de los titulares a escuchar y a complacer sus deseos? Me cuentan de esa actitud por parte del padre Provincial, desde hace aproximadamente un mes, aunque el cuerpo médico recomendaba trasladarlo a su casa. Y, al parecer, ahora Oliva está ya en un estado extremadamente delicado”, manifestó.
De igual manera, sostuvo que como compañeros y compañeras del padre, con años de caminar a su lado en pos de un país mejor, se ven obligados a reflexionar sobre lo que ocurre ante su última voluntad de pasar sus últimos días en su casa, ya que de lo contrario estarían siendo cómplices de una imperdonable injusticia.
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El pa’i Oliva nació en Sevilla, España, en 1928 y llegó al Paraguay en 1964. Sufrió la persecución del stronismo y fue exiliado, pero retornó al país en 1994. Es un reconocido luchador de los derechos humanos, con un férreo compromiso con los pobres.
Desde Última Hora intentamos contactar con el padre provincial de los Jesuitas, Ireneo Valdez, al celular con terminación 115, pero se encuentra apagado.