El padre Pablo Cáceres habló sobre los trabajos que realizan para mediar en el caso de los secuestrados y contactar con los miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Dijo que su labor se dificulta porque el grupo criminal está dolido y con “sangre en los ojos”.
“Lo que dificulta mucho es que el grupo está muy sentido, la muerte de dos niñas, la desaparición de otra les afecta muchísimo y están con la sangre en los ojos y parece que no tienen ninguna intención de colaborar”, señaló a radio Monumental 1080 AM.
Mencionó que no tienen resultados muy positivos, ya que la mayoría no tienen la predisposición de ayudar o brindar algún dato. Igualmente, expresó que ahora se encuentra por Amambay buscando a allegados de los miembros del EPP.
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“No tenemos resultados muy positivos. Indagamos a la gente que a nosotros nos parece importante, tanto a la gente de los secuestrados y otras personas que podría darnos datos. Con toda sinceridad digo que no tenemos resultados positivos y la mayoría no quiere colaborar”, señaló el sacerdote.
En otro momento, dijo que su charla con Carmen Villalba, líder del EPP, fue larga y que es la persona más importante que accedió a hablar. Dijo que no dio mayores datos, pero que “se encuentra abierta a seguir hablando”.
Recalcó que el EPP “pasó muy mal” con el fallecimiento de las dos niñas durante un enfrentamiento entre la FTC y el grupo armado y la desaparición de la hija de Carmen Villalba.
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“Lo que más se hace sentir es ese dolor que ellos tienen con la desaparición de la niña. Ellos dicen que la niña se encuentra en manos de la FTC, cosa que personalmente yo no creo”, prosiguió.
Además, contó que Villalba le dijo que las niñas no solo fueron abatidas, supuestamente, también fueron violadas y torturadas.
Así mismo, el religioso señaló que la labor que realiza es difícil, pero que se encuentra animado. “Necesitamos tranquilidad, necesitamos pacificación, necesitamos clemencia”, pidió.
Por último, expresó que la familia del ex vicepresidente Óscar Denis, secuestrado por el EPP, no descarta la posibilidad de “retirar del escenario a la FTC”.
Óscar Denis fue llevado de su estancia Tranquerita, ubicada en el límite de Concepción y Amambay. Los secuestradores llegaron a pedir a la familia una donación de víveres a comunidades por valor de USD 2 millones para la liberación de Óscar Denis.
Otro de los secuestrados por el EPP es el suboficial de policía Edelio Morínigo, quien permanece privado de su libertad desde el 2014. Mientras que Félix Urbieta fue llevado por miembros del autodenominado Ejército del Mariscal López (EML).