Durante el encuentro del CAS, los ministros y representantes de la región coincidieron en que el Reglamento 1115 de la UE contra la deforestación “no está basada en ciencia” y señalaron que existe una gran incertidumbre en cuanto a la mecánica de su aplicación, afirmando “que podría ser perjudicial”.
Resaltaron la necesidad de fortalecer una acción coordinada ante barreras al comercio internacional de alimentos por motivos ambientales y enfatizaron que los países del Sur han desarrollado esquemas de producción sostenible, según informó el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
“Las restricciones al comercio internacional a aquellos vendedores de productos agrícolas que no puedan certificar la no deforestación no están basadas en ciencia. Pero uno puede querer tener razón o querer vender y por eso ya hemos avanzado en la exportación a Europa de carne bovina y soja libre de deforestación certificada”, sostuvo Fernando Vilella, secretario de Bioeconomía de Argentina y presidente del CAS.
“Políticamente rechazamos esta normativa, que es un nuevo paso de restricción comercial basado en un aspecto ambiental. De todas maneras, la exigencia existe y tenemos que estar preparados, aunque eso no quita que hagamos todas las acciones posibles para postergar la entrada en vigencia del Reglamento 1115”, expresó Fernando Mattos, ministro uruguayo de Ganadería, Agricultura y Pesca.

Falta de claridad. En representación de Paraguay acudió José Carlos Martin, presidente del Servicio Nacionalidad de Calidad y Salud Animal (Senacsa), quien cuestionó la premura con la que se quiere implementar la norma UE y la falta de claridad en cuanto a los requisitos para cumplirla. Abogó por una estrategia colectiva de diálogo y negociación entre los países de la región sudamericana.
Los ministros también debatieron sobre la política europea de límites máximos de residuos y reducción de pesticidas, señalando que más que un aspecto ambiental se trata de un tema de inocuidad de los alimentos.
La norma 1115 de la UE entrará a regir en 2025 y busca evitar que las importaciones de productos, como el aceite de palma, la carne, soja, café, caucho, madera o chocolate causen deforestación.
Héctor Cristaldo, representante de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), manifestó a Última Hora que desde el gremio coinciden “plenamente” con lo manifestado por los ministros del CAS y consideró que la normativa europea se basa más en “prejuicios”. “Esta reglamentación se basa en el principio precautorio y en prejuicios, donde con una gran hipocresía hablan de una posición de defensores del medioambiente, cuando ellos han destruido gran parte”, refirió, al tiempo de calificar de nuevo como una barrera comercial. Sostuvo que Europa genera niveles de entre 1.347 millones de toneladas equivalentes a emisiones de carbono, mientras que Paraguay solo llega a los 60 millones.