En el mundo se han administrado más de 373 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus. La de AstraZeneca, una de las más baratas, es crucial para las naciones más pobres, pero en Europa son varios los países (también Irlanda, Holanda, Dinamarca, Noruega y Bulgaria) que suspendieron su uso por temor a que provoque trombos, algo que no se ha demostrado.
Pese a que sus niveles de contagio siguen elevados, Italia, Francia, Alemania y España se sumaron a la lista de forma preventiva.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), insistió el lunes en que se debería seguir utilizando esta vacuna, aunque anunció que sus expertos se reunirán el martes para analizar la situación con este fármaco.
“No queremos que la gente entre en pánico y, por el momento, recomendamos que los países sigan vacunando con AstraZeneca”, dijo la responsable científica de la institución, Soumya Swaminathan.
REUNIÓN DE EMERGENCIA. La Agencia Europea de Medicamenos (EMA) anunció que celebrará una “reunión extraordinaria” el jueves sobre esta vacuna, pero aseguró que los beneficios de este inmunizante siguen siendo mayores que los riesgos.
El director del grupo de vacunas de la Universidad de Oxford, Andrew Pollard, aseguró que “hay pruebas muy tranquilizadoras de que no hay un aumento del fenómeno de los trombos aquí en el Reino Unido, donde se han administrado hasta ahora la mayoría de las dosis de Europa”.
Aunque las campañas de vacunación avanzan, la amenaza del virus persiste.
En Italia, casi 40 millones de personas iniciaron el lunes un nuevo confinamiento por el aumento de los contagios debido a las variantes de coronavirus, con Roma y Milán desiertas y divididas entre la tristeza y la esperanza.
“Me siento muy triste. No me lo esperaba. Pasar de zona amarilla, con la cafetería abierta, a zona roja fue algo inesperado”, confiesa Ana Cedeño, del popular bar-cafetería del Cinque, en el barrio romano de Trastevere.
En Alemania, donde el gobierno suavizó algunas restricciones, la asociación de médicos de unidades de emergencia reclamó una reimposición “inmediata” de medidas “severas” para hacer frente a la tercera oleada de la pandemia. Y Francia, que esperaba evitar otro confinamiento a nivel nacional, intenta descongestionar las unidades de cuidados intensivos de la región parisina, evacuando a enfermos hacia otras regiones por vía aérea y con “una operación más masiva”, en tren.
Sputnik no da abasto
El Kremlin admitió este lunes que la demanda de la vacuna anticovid rusa Sputnik V supera a día de hoy las capacidades de su producción, aunque “se está trabajando día y noche” para subsanar esa situación.
“La demanda de la vacuna rusa en el mundo es muy grande ahora y supera significativamente la oferta”, señaló en su rueda de prensa diaria el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov. La Sputnik V ha sido autorizada en 51 países, además de en Rusia, lo que suma 1.300 millones de ciudadanos. EFE