EFE
Las 34 naciones presentes, todas las del continente menos la propia Cuba, trataron el tema del país caribeño este jueves en un encuentro privado en el marco de la reunión ministerial de la Organización de Estados Americanos (OEA), en el que la única disonancia fue Estados Unidos, según dijeron varias fuentes.
Washington se opuso a la participación de la isla en la Cumbre, que tendrá lugar el próximo año en Panamá, pero no condicionó su asistencia a la presencia de Cuba.
Canadá no se pronunció al respecto, de acuerdo con un alto funcionario de uno de los países presentes.
“Será el Gobierno de Panamá quien finalmente enviará o no la invitación (a Cuba). El Gobierno de Panamá ha declarado estar a favor de la invitación y el Gobierno que asume también dice lo mismo”, dijo en la rueda de prensa final de la cita continental el secretario general del organismo, José Miguel Insulza.
El próximo 1 de julio asumirá la presidencia de Panamá el actual vicepresidente, Juan Carlos Varela, vencedor en las elecciones del pasado mayo.
La embajadora de Estados Unidos ante la OEA, Carmen Lomellin, defendió la postura de su país en el pleno de la Asamblea, en el que dijo que apoya la tarea de un grupo de trabajo que analice el tema.
“Deseamos que llegue el día en que pueda participar una Cuba democrática”, dijo la diplomática en una rueda de prensa el miércoles.
En cambio, algunos países latinoamericanos dejaron claro su enojo con Washington pues consideraban que la participación de la isla caribeña en futuras Cumbres ya quedó zanjada en la anterior, ocurrida en Colombia en 2012.
“Sería muy difícil la participación de Argentina en la cumbre sin la presencia de la República de Cuba”, dijo en la sesión el canciller argentino, Héctor Timerman.
El embajador de Bolivia ante la OEA, Diego Pary Rodríguez, manifestó que no podrá haber una cumbre de las Américas sin Cuba. “Si Cuba es excluida, también nos consideraremos excluidos”, afirmó.
Venezuela, Uruguay, Nicaragua y México también pidieron la asistencia de Cuba sin condiciones, mientras que Brasil, a través de su embajador en Paraguay, Jose Martins Felicio, dijo que la presencia del país caribeño “es necesaria para el diálogo interamericano”.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, que no estuvo en la cumbre de Colombia en protesta por la ausencia de Cuba, dijo en Quito que tampoco irá a la de Panamá si eso no cambia.
La Asamblea General también aprobó hoy una resolución sobre el funcionamiento de la CIDH, un órgano autónomo de la entidad para la promoción de los derechos humanos en el continente.
Ecuador llegó a la reunión ministerial de Asunción con un proyecto en la mano que rescataba las ideas que propugna desde hace años, las cuales aumentarían el control de la Comisión por parte de los gobiernos.
Sin embargo, no logró el respaldo esperado entre los otros países y tuvo que retirar el proyecto, que fue sustituido por otro que sí obtuvo consenso y que el propio canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, admitió que no llega tan lejos como hubieran deseado.
El documento aprobado contempla que la Comisión realice sesiones fuera de su sede en Washington, algo que ya hace, pero no menciona la iniciativa de Ecuador de que se mude permanentemente a otro país.
El tema provocó un tira y afloja entre Patiño e Insulza, quienes mantuvieron una reunión bilateral muy tensa al respecto, según dijeron diversas fuentes.