Mientras Paraguay ni siquiera controla a fondo la zona de seguridad fronteriza establecida recién en el 2005 (franja de dominio de 50 kilómetros adyacente a las líneas de frontera), países limítrofes como Brasil y Argentina cuentan con leyes que protegen sus fronteras y hasta ponen un límite de posesión para personas físicas, jurídicas y comunidades de extranjeros.
En la sesión ordinaria del pasado jueves en la Cámara de Senadores, el legislador del Partido Democrático Progresista (PDP) Pedro Santa Cruz señaló que en Paraguay, según el censo del año 2008, el 20% del territorio paraguayo está en manos de personas y empresas extranjeras, lo cual en números corresponde a unas 7.700.000 hectáreas.
Estas mismas tierras constituyen el 32% de las tierras arables del Paraguay, que son 24.000.000 de hectáreas, como señaló.
Otros datos revelados por el legislador son que en el Departamento de Canindeyú, el 60% de los propietarios son brasileños, así como en Alto Paraná ocupan el 55% del departamento, en Caaguazú el 32% y en Amambay el 24%.
Los datos del Ministerio de Defensa, revelados por la investigación de ÚH, detectaron que la zona de seguridad fronteriza, franja de 50 kilómetros adyacente a las líneas de frontera dentro del territorio, están ocupadas por brasileños en un 50%, y en Alto Paraná, 35%.
ÚH también reveló las invasiones a tierras de Itaipú por parte de agroganaderos de origen brasileño, el 82% según los datos admitidos por la propia binacional al Congreso Nacional.
Santa Cruz señaló además que existen distritos casi totalmente ocupados por brasileños, hablando de pérdida del control político de la zona, como por ejemplo Santa Rosa del Monday, en Alto Paraná, con padrón extranjero del 79%, los mismo Naranjal, en el mismo departamento, con un 62% de brasileños en el padrón, según un informe del año 2015 del Tribunal Superior de Justicia Electoral.
Brasil. Mientras Paraguay permitió la ocupación de miles de hectáreas con brasileños desde la modificación del Estatuto Agrario en el año 1967, durante la dictadura stronista, el Brasil desarrolló desde su Constitución y leyes, un esquema jurídico de protección a sus tierras de ocupación en su zona fronteriza y de acumulación de tierras en manos extranjeras.
El artículo 190 de la Carta Magna brasileña dispone que la ley regulará y limitará la adquisición o el arrendamiento de propiedades rurales por personas físicas o jurídicas extranjeras.
Disposiciones legales limitan la inversión extranjera a más de 150 kilómetros de distancia de la frontera y la Ley Nº 5709 de 1971 estableció un límite para cada municipio. Las áreas adquiridas no pueden sobrepasar el 25% de la superficie territorial del municipio, y las personas de una misma nacionalidad no pueden tener más del 10% de la superficie de un municipio.
Argentina. En el país rioplatense, la Ley Nº 26737 del 2011 estableció que las tierras en manos de extranjeros no puede superar el 15% del territorio nacional, así como también en cada provincia, municipio o entidad administrativa equivalente donde haya un inmueble rural.
Otros. En Bolivia, su Constitución establece que los extranjeros no podrán poseer tierras dentro de los 50 km de las fronteras, mientras que Chile establece que extranjeros no pueden comprar territorios fiscales ubicados hasta 10 kilómetros de la frontera o hasta 5 kilómetros de la costa.
En Paraguay, recién desde el 2005 se estableció la zona de seguridad fronteriza, pero con muy débil control, y está en estudio una ley que limita a 1.000 y 2.000 hectáreas las tierras a extranjeros.
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