Leyéndolo despacio no he podido dejar de pensar en la situación actual del Paraguay. Donde dice “supremacía de los blancos” pongamos dominación de sojeros, ganaderos y políticos sobre el pueblo paraguayo. Encontraremos un gran paralelismo.
“Básicamente luchamos contra dos elementos que caracterizan la vida en Sudáfrica y que están reforzados por las leyes. Estos son la pobreza y la falta de dignidad humana”.
“Sudáfrica es el país más rico de África. Pero, es una tierra de extraordinarios contrastes. Los blancos disfrutan del nivel más alto de vida, mientras que los africanos viven en la pobreza y la miseria”.
“Los africanos no solo se quejan de que son pobres y de que los blancos son ricos, sino de que las leyes son hechas por los blancos para mantener esta situación”.
“Los africanos quieren que se les pague un salario mínimo. Quieren que se les permita vivir donde puedan conseguir trabajo y que no se les expulse de allí. Los africanos quieren tener tierras donde trabajen”.
Recordemos la situación del Paraguay y encontraremos las mismas denuncias.
Una pobreza que quita la salud y mata. La carencia de tierras para los campesinos. La exigencia de, al menos, un salario mínimo. El abismo de desigualdad económica existente entre unos pocos ricos y la mayoría empobrecida.
Ante esta situación Nelson Mandela, Madiba, luchó por Sudáfrica y este era el ideal “por el que estoy dispuesto a morir”. Por quererlo vivir pasó 27 años en una prisión de alta seguridad.
Al salir, confesó: “supe que si no dejaba atrás toda la ira, el odio y el resentimiento, seguiría siendo prisionero”. Y se esforzó en hacer de blancos y africanos una sola nación.
Nelson Mandela, Madiba, un gran hombre de los que necesitamos en el Paraguay.