“Es como un espejismo, porque yo suelo ver mucha gente, pero (...) los que vienen a las ferias no benefician al comerciante de lunes a lunes, beneficia a dos o tres comerciantes gastronómicos, que yo no sé si los benefician porque para mí les pasa lo que me está pasando a mí, que la gente usa (los locales) como baño público”, dijo una de las comerciantes de la zona de la Plaza Juan E. O’Leary.
“La verdad no he tenido trato con los feriantes, pero son puestos ambulantes de comida; se exigen un montón de normas de higiene y están vendiendo comida en la calle, preparada en la calle con bidones de agua, en todo caso sería la Municipalidad la que más se beneficiaría al cobrar los stands”, añadió.
La comerciante incluso denunció un caso de violencia contra su negocio y la nula participación de la policía a la hora de protegerla.
“Unos niños se pararon, teníamos clientes (...) se pararon (los niños), chupaban el vidrio, les decían (a los clientes) dame plata, yo les hice señas para que se fueran, escupieron en el vidrio, me hicieron señas, me insultaron con los clientes aquí sentados, (...) el policía los vio pasar y dijo ‘no, yo no voy a hacer nada’. (...) Después fueron, consiguieron huevos (...), tiraron dos huevos y el policía en la esquina miraba así con el celular en la mano viendo los chats, y cuando yo le reclamé me dijo: ‘Yo no puedo hacer nada, yo tengo órdenes de no hacer nada’, y eso es algo que tira abajo Palma”, relató.
Bicisendas. Darío Vázquez, trabajador de la juguetería Miramar, manifestó por su parte que las ferias solo benefician a los participantes, no así a quienes trabajan a diario en el centro. Apuntó, por otro lado, que la implementación de elementos como la bicisenda, a lo largo del tramo, nunca beneficiaron a los ciclistas, que casi no se ven, sino a los agentes de la Policía Municipal de Tránsito.
“Al intendente le importa un bledo lo que es Asunción. (...) Toda mi vida, desde los 18 años que estoy acá, nunca he visto nada, excepto esto que se hizo del cableado. Este de la bicisenda, por ejemplo, (...) es una locura. (...) Esto le está echando a la gente de la calle Palma; se pone desde la Plaza Uruguaya hasta Colón, un pelotón de zorros que coimean todos los días usando como pretexto la bicisenda. Nunca acá yo he visto una persona que ande en bicicleta. ¿Sabés para qué tienen? Para la Municipalidad, para los zorros. A nuestros clientes mismos vienen y les hinchan las bolas. Acá no puede una persona bajarse”, criticó.
Vázquez también contó que son los comerciantes quienes pagan por la rotura de las veredas que se colocaron en 2023, en el marco de las obras de retiro del cableado aéreo. Del mismo modo se expresó otro comerciante de la zona del Panteón de los Héroes, quien indicó a Última Hora que ya hubo accidentes debido a que las veredas no son antideslizantes, como se establece que sean, de hecho, en el artículo 32 de la Ordenanza N° 115/23.
“Esto te va a dar un cortocircuito de película. A mí me da miedo”, dijo, aludiendo a las veredas que ya se hundieron y que acumulan agua durante las lluvias.