Los edificios históricos de la calle Palma de Asunción ahora se dejan ver en medio de un panorama despejado, tras la eliminación de la maraña de cables aéreos. Algunas fachadas se ven revitalizadas, otras conservadas y un gran número abandonadas. Todas estas construcciones marcaron los años de esplendor y transformaciones en la céntrica arteria de la capital.
La calle Palma, es una de las denominaciones, junto con Estrella y Oliva, más antiguas, que fueron nombradas así por el primer presidente constitucional Carlos Antonio López, cuando le puso nombre a las arterias de la ciudad, recuerda el doctor en Historia, Herib Caballero Campos.
El conjunto de edificios sobre la emblemática Palma, por una parte, pertenece al periodo de los López, de mediados del siglo XIX, menciona el historiador. El otro grupo corresponde al periodo final del XIX, y comienzos del XX, de familias migrantes y empresas que se instalaron en el lugar porque era la calle más comercial del Paraguay.
Época Lopista. De la época de López, se tiene por ejemplo la casona de Madame Alicia Elisa Lynch, cuyo tramo aún se denomina Mariscal Estigarribia, esquina Yegros. Fue construida en 1850, aproximadamente. Según los archivos de la Municipalidad de Asunción, fue un punto de encuentro de diplomáticos, gente del arte y las letras de la época. En esa casa se impuso modas de vestidos, danzas, música, platos culinarios europeos, amor a los jardines y se bailó el London, que dio origen al London Karape.
Recibí las noticias en tu celular, unite al canal de ÚH en WhatsAppActualmente, el lugar es sede de la Escuela de Ciencias Sociales y Políticas UNA.
En la esquina con Chile, se encuentra el Panteón Nacional de los Héroes. Caballero menciona que este patrimonio se construyó como Oratorio de la Virgen de la Asunción por orden de Francisco Solano López. La obra inició en 1864, fue interrumpida por la Guerra de la Triple Alianza y su inauguración fue en 1936, durante el gobierno de Rafael Franco.
Hoy, sin el cableado, puede apreciarse perfectamente sus detalles, como el pórtico que es uno de los elementos más importantes de la arquitectura griega y romana, en templos y basílicas, refieren los expertos.
El actual edificio del Ministerio de Relaciones Exteriores, en la esquina con 14 de Mayo, fue originalmente la residencia de Benigno López, hijo menor de Carlos Antonio López. Allí también funcionó el hotel Hispano Americano, luego rebautizado como hotel Colonial. Desde 1970 fue sede del Banco Asunción SA y en el 2003 el Estado Paraguayo lo adquiere para la Cancillería Nacional.
Época de Inmigrantes. En la esquina con Independencia Nacional se encuentra la edificación de la familia Scavone, donde se instaló una de las primeras farmacias con el nombre Catedral.
También en la equina de Chile, el edificio de lo que hoy es el Ministerio de Economía y Finanzas fue del español Juan Alegre. “En la planta baja funcionaba la Casa Francesa. Era el lugar donde se compraban el sombrero, la corbata, las telas que venían de París. También ahí funcionó en el segundo piso, el hotel Majestic, prácticamente hasta la década del 30”, relata Caballero.
Turista Róga, sede de la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur), era la casa comercial de los catalanes Rius y Jorba. El periodo fue desde 1872 hasta la década de 1960, aproximadamente, según archivos.
Entre las calles 15 de Agosto y 14 de Mayo, se encuentra el inmueble de la Sociedad Italiana de Mutuo Socorro. “Era como las asociaciones mutuales, construyeron el sanatorio italiano, el cementerio italiano”, expresa el historiador.
En la esquina con la calle Juan E. O’leary, el edificio del banco GNB anteriormente fue el banco del Londres y América del Sur. La construcción se inauguró a fines de la década de 1920, relata Caballero.
Entre Montevideo y Ayolas, un edifico neoclásico fue restaurado para dar vida al hotel Palma Róga. Anteriormente, fue sede de instituciones como el Tribunal de Justicia, Poder Judicial y la Municipalidad.
Los edificios patrimoniales de Palma son de la época Lopista y el otro grupo del periodo de migrantes, final del XIX, y comienzos del XX. Herib Caballero Campos, doctor en historia.
Se eliminaron los cables, pero las obras, después de romper las veredas, quedaron muy desprolijas. Falta además más seguridad. María Victoria Valenzuela, vendedora de calle Palma.
