El documento exhibe que entre el primer y segundo trimestre de 2020, cuando las medidas de cuarentena fueron más severas, alrededor de 216.000 personas dejaron de formar parte de la fuerza de trabajo, de las cuales casi 166.000 (el 76,7%) fueron mujeres. Las trabajadoras más afectadas se concentraron en zonas urbanas y en ramas laborales como el comercio, los restaurantes y los hoteles y servicios comunales y otros.
Añade que luego, a medida que las actividades económicas comenzaron a restablecerse, las mujeres se reincorporaron al mercado laboral, pero a un ritmo más lento que los hombres. La crisis, además, generó un deterioro de la calidad del empleo femenino, conforme al análisis. En ese sentido, indica que entre el primer y el cuarto trimestre de 2020, el promedio de horas trabajadas por mujeres se redujo casi en 7%, lo que significa una pérdida en su capacidad de generar ingresos.
Por otro lado, destaca que una significativa proporción de las mujeres que volvieron a estar ocupadas migró al trabajo por cuenta propia, una categoría laboral que en Paraguay se encuentra mayormente asociada a actividades caracterizadas por la precariedad y la baja productividad. Al cierre de 2020 se contabilizaron unas 103.000 trabajadoras más en el autoempleo que en el primer trimestre del año anterior, lo que marca un aumento de 27%.
El estudio también evidencia que se dio un incremento en el peso que cargan las mujeres en el trabajo no remunerado, sea en el hogar o fuera de él. Al mismo tiempo, la disminución de los ingresos y el confinamiento doméstico trajeron aparejado un aumento de la violencia intrafamiliar, según las estadísticas.
Recomendaciones. El trabajo del PNUD, que tiene como investigador responsable a Patricio Dobrée, analiza además las acciones encaradas por el Gobierno como las ayudas o transferencias monetarias, los programas de reconversión laboral y la adopción legal del teletrabajo, entre otros, y hace la recomendación principal de adoptar enfoques de género en este tipo de medidas para reducir la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres. Dobreé enfatizó que es importante conectar las políticas de formación laboral con mecanismos de inserción de mujeres en el mercado de trabajo, de igualdad de condiciones laborales y de conciliación de la vida laboral y familiar con corresponsabilidad social.
La Cifra
76,7
por ciento de las personas que dejaron de integrar la fuerza laboral en el periodo más crítico de la pandemia fueron mujeres.