Al paso. A poco más de una semana de conmemorarse los 212 años de la independencia del Paraguay, el Panteón Nacional de los Héroes y Oratorio a la Virgen María Nuestra Señora de la Asunción es un imán que atrae a decenas de visitantes.
“Para cualquier paraguayo o extranjero, este sitio es un lugar para conocer a grandes rasgos la historia del Paraguay”, dice Aníbal Cartasso encargado del Panteón y oratorio.
Desde la entrada, el ícono histórico llama la atención. El retablo de la Virgen, el piso que en gran parte es el original, la cripta con los héroes del Paraguay.
A ello se suma la cúpula y la iluminación casi natural que pasa a través de los vitrales que lo adornan.
Por su ubicación dentro del casco histórico, el lugar es un sitio de visita ineludible. Los extranjeros suelen ir a visitarlo a menudo.
“Muchos de ellos no tienen en su país un monumento que honre a sus héroes de esa manera. Si bien tienen algún monumento con una escultura o algo que honre a la memoria, que sus restos descansen allí a la vista para que todos puedan mirarlo o fotografiarlo, es un poco raro”, cuenta Cartasso.
Interés. Los visitantes del exterior son parte del grupo que se interesa por conocer la historia del Paraguay conociendo el sitio. También los adultos y las personas del interior, cuenta el encargado.
Sin embargo, el deseo de conocer sobre la historia del país no es muy fuerte en los jóvenes, revela.
“A ellos le llama la atención como atractivo turístico. Alguno que otro hace preguntas. Más vienen para hacerse fotos, compartir entre amigos”.
Como encargado, Cartasso tiene como tarea ir informando a los visitantes sobre el lugar y lo que representa históricamente. Según cuenta, alrededor de 150 personas van a conocer y recorrer el lugar al día.
Las visitas guiadas son solicitadas por los colegios. Con los extranjeros se realiza como un recorrido y se va respondiendo sus preguntas.
Otro grupo que suele frecuentar el monumento histórico son los estudiantes de arquitectura, comenta.
La guardia de honor en la entrada del panteón es realizada por las armas del ejército paraguayo. Cada una de ellas se encarga de la custodia durante una semana. El cambio de guardia se hace cada sábado a las 10:00 AM.
Iniciado en 1864 e inaugurado en 1936, el Panteón y Oratorio es una huella indeleble en la historia del país.