La ceremonia de la apertura se celebrará en el atrio de la basílica e incluirá un canto, la introducción y la oración del papa, y la lectura de un breve pasaje del Evangelio.
“En la Navidad del Señor, luz de luz, esperanza inextinguible, nos disponemos a entrar con fe por la Puerta Santa. Los pasos de nuestro camino son los pasos de toda la Iglesia, peregrina en el mundo y testigo de la paz”, dirá el papa y continuará. “Crucemos el umbral de este templo santo y entremos en el tiempo de la misericordia y del perdón, para que se abra a cada hombre y a cada mujer el camino de la esperanza que no defrauda”.
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A continuación, el papa empujará la Puerta Santa con las dos manos y se detendrá en oración y sonarán las campanas de la basílica y después se dirigirá hacia al altar mayor de San Pedro para celebrar la misa de Nochebuena.
Parece, al menos por los detalles difundidos por el Vaticano, que será mucho más sencilla que la liturgia que tuvo lugar para la apertura del anterior Año Santo ordinario de 2000 con Juan Pablo II.
Francisco tampoco, según su agenda, abrirá las Puertas Santas de las otras basílicas romanas, mientras que sí había abierto la de San Juan de Letrán para el Jubileo extraordinario de la Misericordia que celebró en 2016.
Ante la apertura del Jubileo, y el resto de eventos en 2025 para los que se esperan que lleguen a Roma 32 millones de personas, se reforzaron las medias de seguridad con 700 agentes más de los ya empleados normalmente.
Después del atentado de Magdeburgo, que el viernes pasado causó cinco muertos y más de 200 heridos en Alemania, el ministro del Interior italiano, Matteo Piantedosi, aseguró que no hay señales de alarma y que se preparó la seguridad para la cita jubilar “de manera exhaustiva”.
Explicó que habrá 700 o 800 agentes más, según la época, en la ciudad de Roma. La Policía, los Carabineros, la Guardia de Finanzas y el Ejército, junto con la Policía local, ya vigilan toda la zona roja alrededor de San Pedro y se dispusieron los recorridos obligatorios para quienes asistirán a la inauguración del Año Santo, e instalado las barreras antiintrusión en todo el perímetro, así como detectores de metales y también los sistemas antidrones.
Inicia el Año Santo
La Puerta Santa de San Pedro la abre el papa sólo con ocasión del Jubileo. Suele ser la primera puerta que se abre y el gesto identifica el inicio del Año Santo. La primera vez que se realizó este fue en el año 1500, por parte del papa Alejandro VI.
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El muro que se coloca al cierre del Jubileo fue desmantelado hace unos días y ya no se utiliza el martillo con el que los pontífices golpeaban para abrirla.
A partir de ese momento, la Puerta permanece abierta todo el año para el paso de peregrinos que así recibirán la indulgencia plenaria, el perdón total de los pecados, además el paso significa también que su camino de conversión llegó al encuentro con Cristo.
En 1949 se convocó un concurso para la construcción de la Puerta del Jubileo que se celebraría el año siguiente. Este concurso lo ganó el escultor Vico Consorti, que realizó la obra en 11 meses, a tiempo para su inauguración en la Nochebuena de 1949.
Según las normas emitidas para el Jubileo de 2025, los católicos pueden obtener una indulgencia si realizan una peregrinación participando en las misas y otros sacramentos, en cualquiera de las cuatro basílicas papales en Roma o también participar en obras de caridad, misericordia o penitencia, como visitar a los presos, a los enfermos o a los ancianos.
También, como novedad en este Año Santo, abstenerse, con espíritu de penitencia, al menos un día de la semana de “distracciones inútiles”, como las redes sociales, o de “consumos superfluos”.
Fuente: EFE.