Cualquiera que minimice el peligro actual de los abusos de niños y niñas en la Iglesia ‘‘deshonra a aquellos que han sufrido tanto y engaña a quienes dicen servir’’.
Esto escribe el papa Francisco en el mensaje que el cardenal Seán O’Malley, arzobispo de Boston, presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores (PCPM), compartió ayer durante la apertura del II Congreso Latinoamericano Atender, Informar y Comunicar Claves para una gestión eficaz en los casos de abuso sexual, que realiza en Asunción.
El Sumo Pontífice señala que tanto una violación como una traición, el ‘‘abuso sexual por parte del clero y su encubrimiento por parte de obispos, superiores y religiosos ha dejado una herida indeleble en el cuerpo de Cristo, en la Iglesia, debido al daño causado a tantas personas’’.
“El abuso sexual por parte de cualquier persona en la Iglesia, siempre que haya ocurrido –destaca el Papa–, es un peligro claro y presente para el bienestar del pueblo de Dios y su mal manejo continuará degradando el Evangelio del Señor a los ojos de todo”.
Por eso, el trabajo de establecer procedimientos claros para la protección de las personas vulnerables debe convertirse en una prioridad en la Iglesia local. Francisco pidió a la PCPM la supervisión de la aplicación adecuada del protocolo, para que las víctimas de abusos tengan vías claras y accesibles para buscar justicia.
Además, el Papa pide una atención especial a “aquellas partes de la Iglesia donde los esfuerzos para promover medidas de prevención adecuadas aún se encuentran en las primeras etapas debido a la falta de recursos’’.
Recuerda que los líderes de la Iglesia hicieron mucho para enfrentar el mal de los abusos y evitar que se repita; este congreso en Paraguay es un ejemplo y se deben ver resultados: Que los menores están más seguros en la Iglesia.
Esfuerzos de la Iglesia. El cardenal Seán O’Malley, como presidente de la Comisión Pontificia de los Menores, fue el primero en disertar en este encuentro, se refirió a la respuesta institucional de la Iglesia a las víctimas de abuso. Alegó que al menos en estas dos últimas décadas la elección y renuncia de los pontífices ha sido comprendida por esta emergente crisis, que debe ser una de las principales prioridades de los papas.
Aseguró que no se pueden comprender las decisivas acciones realizadas por el papa Francisco si no se conoce el camino iniciado por sus predecesores. La lucha contra los abusos en la Iglesia es un esfuerzo de cuarenta años.
“Dentro de la Iglesia hay víctimas y agresores, encubridores y descubridores, traumas y curaciones. En la Iglesia hay signos de profundo pecado, crimen y culpa, de enfermedades que amenazan la vida y de evidente fracaso humano e institucional y, al mismo tiempo, hay personas que reconocen la culpa y que trabajan por cambios fundamentales”.
El purpurado destacó que Francisco es el primer Papa de la era moderna en adoptar disposiciones contra uno de los mayores males relacionados con el abuso de menores dentro de la Iglesia: El encubrimiento. Remarcó que las víctimas de los abusos deben recibir todo tipo de ayuda posible y se debe buscar la mejor forma para ayudarles a sanar el trauma provocado por el abuso.
Instó a ser cautelosos a la hora de elegir los sacerdotes para evitar futuros casos de abusos.
En destaque
“El abuso sexual por parte del clero y su encubrimiento por parte de obispos y superiores religiosos ha dejado una herida indeleble en el cuerpo de Cristo, la Iglesia, debido al daño causado a tantas personas”.
“El abuso sexual por parte de cualquier persona en la Iglesia, siempre que haya ocurrido, es un peligro claro y presente para el bienestar del pueblo de Dios y su mal manejo continuará degradando el Evangelio del Señor a los ojos de todos”.
Papa Francisco
Mea culpa: Adalberto reconoce que no se actuó con prontitud ante denuncias
No se puede ni debe tolerar el abuso de poder en ninguna institución ni ámbito pastoral de la Iglesia, dijo ayer el cardenal Adalberto Martínez Flores, arzobispo de Asunción, en la apertura oficial del II Congreso latinoamericano sobre la prevención del abuso.
Sostuvo que este mal es uno de los factores que crea las condiciones para que sucedan otro tipo de abusos, como el abuso sexual.
Precisamente en este encuentro con grandes exponentes para la prevención de abusos, el Cardenal espera que aprendizajes se traduzcan en mayor toma de conciencia y compromiso y acciones para que todas las instituciones de la Iglesia sean lugares y ámbitos seguros para los niños, las niñas y adolescentes, personas vulnerables.
Las normativas y estructuras son importantes, pero insuficientes y ‘‘ante todo necesitamos reconocer que no hemos actuado con prontitud y con responsabilidad ante los casos de abuso denunciados’’, señaló
Dijo que solo reconociendo que se ha fallado como Iglesia, ‘‘tomaremos conciencia del dolor causado para asumir el firme propósito de ser apóstoles de la prevención y arbitrar todos los medios para el acompañamiento pastoral de las víctimas que es siempre una tarea pendiente”.
En su discurso, el arzobispo también hizo un llamado a toda sociedad paraguaya para colaborar en el control y la erradicación de todo tipo de violencia y abusos en el entorno familiar.
Refirió que la violencia intrafamiliar, no pocas veces terminan en tragedia, mencionó los feminicidios y la alarmante cifra de desaparición de menores que no regresan a sus hogares y cuyo paradero y destino son desconocidos.
Kriskovich, “tema prioritario”
El presbítero Narciso Velázquez, rector de la Universidad Católica de Asunción (UCA), manifestó que el Consejo de Gobierno de la institución tratará como “tema prioritario” la desvinculación –o no– del profesor Cristian Kriskovich, quien fue denunciado por acoso sexual a una alumna.
Esto tiene lugar, posteriormente a la solicitud que hiciera el cardenal Adalberto Martínez, con el objetivo de “llevar tranquilidad a la comunidad educativa”, según comentó ayer.
El Consejo de Gobierno de la UCA –compuesto por el rector, los vicerrectores, los tres consejeros asesores y el secretario general– “va a estudiar la petición y luego se verá si es que se deriva a alguna instancia para que analice la pertinencia o no del pedido”, manifestó Velázquez a ÚH.
Narciso indicó que en esta semana tendrá lugar dicha reunión para tratar la petición del arzobispo metropolitano como “tema prioritario”.
Consultado sobre el día en que se darán cita, contestó: “En unos de estos días”.
Y con respecto a cuándo se expedirían, señaló: “No puedo darte fecha exacta, pero tendrá que ser cuanto antes”.
Velázquez explicó que la denuncia de Belén Whittingslow de acoso sexual contra el profesor Kriskovich se remonta a un periodo anterior a su mandato como rector.
“El profesor había sido sometido a un sumario, que se hizo con participación de la persona que acusaba. El sumario sobreseyó al docente porque no estaban probadas las acusaciones. Luego la alumna demandó al profesor en los estrados judiciales y allí se desestimó la causa por no reunir las condiciones; y, finalmente, el profesor fue sobreseído. Esa es la situación por la cual Kriskovich continúa siendo profesor de la Universidad Católica. Es decir, no había causal en su momento para que él sea culpado y tampoco para que hubiera motivos de una prohibición de que continúe”, sostuvo.
De este modo, tomando la última frase, Narciso dejó entrever que, ahora, con el pedido explícito del cardenal Adalberto, el escenario es otro, por lo que revisarán nuevamente la situación del docente.
CUESTIÓN ÉTICA. Con relación a si el “cortejo y galanteo”, que determinó la Fiscalía en la causa, se contraponen a los parámetros morales y éticos que debe tener un docente de la UCA, refirió: “La sentencia sobre el hecho no contempla esa conducta del profesor; esa fue una conclusión fiscal previa, donde se hace un juicio sobre la carátula del caso que originalmente era de acoso sexual. En un primer estudio, la conclusión fiscal fue para decir: ‘Esto no corresponde para acoso; si se diera la situación que presenta la causa, el hecho puede ser como un galanteo’”.