“Señor Jesús, nacido bajo las bombas de Kiev, muerto en los brazos de la madre en un búnker en Járkov, enviado al frente a los 20 años, ten piedad de nosotros”, dijo el pontífice, visiblemente emocionado, leyendo la oración de un obispo italiano por Ucrania, al final de la audiencia general semanal en el Vaticano.
Francisco pidió perdón en nombre de los hombres, que siguen bebiendo la sangre de los muertos destrozados por las armas, y cuyas manos creadas para proteger se han transformado en instrumentos de muerte.
El jefe de 1.300 millones de católicos suplicó a Dios que “detenga la mano de Caín”, pidiendo perdón “si seguimos matando a nuestro hermano, si seguimos como Caín levantando piedras de nuestra tierra para matar a Abel”, en alusión al personaje bíblico, primogénito de Adán y Eva, que mató a su hermano menor.

“Perdonanos si (...) nuestro dolor legitima la brutalidad de nuestros actos” prosiguió el papa, ante los fieles congregados en la sala Pablo VI, muchos de los cuales llevaban banderas ucranianas.
Patriarca KIRIL. Francisco habló por teléfono con el patriarca de la iglesia ortodoxa de Rusia, Kiril, sobre la guerra desatada en Ucrania a causa de la invasión rusa, confirmaron fuentes de la Santa Sede. Francisco, que expresó en múltiples ocasiones su preocupación por la guerra en Ucrania, iniciada el 24 de febrero, habló sobre esta cuestión con Kiril, quien suscitó controversias por justificar la invasión.
Los dos líderes religiosos se reunieron en La Habana en 2016, en el primer encuentro entre un patriarca ortodoxo ruso y un papa católico desde el cisma de 1054.
El Vaticano, por el momento, no confirmó oficialmente la conversación, aunque sí fuentes internas, y el patriarcado ruso emitió un comunicado con detalles de la llamada. En la conversación participaron Kiril y Francisco, pero también el metropolita Hilarión, responsable de relaciones exteriores de la iglesia rusa, y el cardenal suizo Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.
Las partes hablaron con especial atención de la situación en territorio ucraniano, sobre todo en lo que respecta a cuestiones humanitarias y de las acciones que ambas iglesias pueden desempeñar para aliviar sus consecuencias.
También destacaron la importancia excepcional del proceso de negociación en curso entre Rusia y Ucrania, expresando su esperanza de lograr lo antes posible una paz justa. Por último el papa y Kiril abordaron temas actuales de cooperación bilateral.