El papa Francisco exhortó a los jóvenes a que declaren la guerra al acoso escolar en un videomensaje enviado este viernes en ocasión de una iniciativa contra este mal.
Francisco participó con un videomensaje en la iniciativa organizada hoy, por la Fundación pontificia Scholas Occurrentes, y que durante 24 horas abordará a través de debates en internet el problema del acoso escolar y el ciberacoso.
El Papa explicó que el acoso es un fenómeno de autocompensación, de autovaloración, pero no encontrándome yo, sino disminuyendo al otro para sentirme más alto.
“Y cuando se dan en grupos juveniles, en el colegio, en los barrios, en lo que sea, se dan estas expresiones de agresión, de acoso, se ve la pobreza de la propia identidad de quien agrede, que necesita agredir para sentirse persona“, agregó.
Pero para el Pontífice, en la farmacia no venden remedios contra el acoso; por lo tanto, exhortó a los jóvenes a declarar la guerra con el compartir, el convivir, el dialogar, el escuchar al otro, tomarse tiempo para caminar juntos, tomarse tiempo porque es el tiempo el que hace la relación.
“Jueguen por el diálogo, jueguen por el caminar juntos, jueguen la paciencia del escuchar al otro. Entonces será una paz fuerte, y esa misma paz fuerte hará que descubran la propia dignidad, la propia dignidad“, recomendó el Sumo Pontífice a los jóvenes.
Durante 24 horas, más de 130 ponentes, participaron de una conversación sobre cómo prevenir y combatir el acoso y el ciberacoso a nivel mundial, y jóvenes de más de 20 países tomarán la palabra para contar al mundo lo que piensan, lo que sienten, cómo han vivido y experimentado este problema, explican en Scholas.
ACOSO LABORAL. El mundo del trabajo, reunido en la OIT, se puso este viernes de acuerdo para dar luz a la primera norma internacional de tolerancia cero a la violencia y acoso en el trabajo, sea de tipo física, sicológica, sexual o económica, se produzca fuera o dentro del centro laboral, de forma esporádica o repetitiva.
El nuevo instrumento jurídico cubre todas las categorías de trabajadores, independientemente de su estatus contractual, así como a personas en formación (incluidos aprendices y becarios), así como a aquellos cuyos trabajos han terminado, voluntarios y personas que buscan empleo.
Su aplicación se extiende al empleo informal, que a nivel mundial representa al menos el 60% del total.
El convenio abarca la violencia de género y reconoce el vínculo que puede existir entre el mundo del trabajo y la violencia doméstica.