Óscar Germán Latorre, ex fiscal general del Estado, habló sobre las declaraciones de Anuncio Martí, exiliado en Finlandia. Días atrás, este último dijo que Juan Arrom y él fueron secuestrados y torturados por unos desconocidos que querían obligarles a confesar su participación en el secuestro de María Edith Bordón e incriminar a empresarios y a otros miembros del Partido Patria Libre en el hecho.
“Creo que es una simple declaración de prensa de una persona que tiene una montaña de evidencia en su contra, recogida por la investigación fiscal que demuestran de forma inequívoca que él estuvo involucrado en el secuestro de la señora Bordón de Debernardi”, indicó.
Respecto a la acusación de que el Partido Colorado continúa violando los derechos humanos, tal como en la época del dictador Alfredo Stroessner, Latorre aclaró que la imputación contra los prófugos de la Justicia paraguaya no lo hizo la Asociación Nacional Republicana, sino la Fiscalía.
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“Esa imputación se hizo basada en pruebas que demuestran que el señor Martí estuvo presente en el momento en que junto con Juan Arrom y Víctor Colmán concurrieron hasta la casa de Marcos Álvarez a llevarle el bolso que contenía parte del dinero pagado por el señor Debernardi para la liberación de su esposa. Se confrontó el dinero entregado por Marcos Álvarez con las copias de los billetes que habían entregado en el primer pago y efectivamente coincidían plenamente”, recordó el ex titular del Ministerio Público.
Por otro lado, mencionó que la propia víctima del secuestro también identificó a Martí como “el guardia malo” en el lugar del secuestro.
“Entonces, que (la investigación por el secuestro) haya sido una medida de persecución contra un movimiento de izquierda, honestamente, parece un chiste sencillamente porque en mi caso particular ni siquiera conocía la existencia del movimiento Patria Libre en esos momentos”, destacó.
Latorre sostuvo, además, que se constató plenamente que el último de los mensajes de los secuestradores fue dejado desde el domicilio de la madre de Juan Arrom por el propio Juan Arrom.
“Eso me consta personalmente porque la Fiscalía ya había montado un esquema de vigilancia sobre cada uno de los domicilios de las personas y oficinas de las personas vinculadas a la familia de Debernardi”, precisó.
“Si la verdad está de su lado que se presente”
El ex fiscal general señaló que para que las manifestaciones de Martí sean creíbles deben ser sometidas a la Justicia y en un juicio público determinar si es verdadero o falso que fueron secuestrados y torturados.
“La única farsa que se ha montado en relación con este caso, es que se les haya permitido a ellos tener una libertad presionada, lamentablemente por algunos ministros de la Corte Suprema de Justicia de ese entonces que influyeron para imponer luego la libertad de los tres imputados”, cuestionó.
Lamentó que el tiempo haya confirmado lo que las autoridades no juzgaron en el debido momento: “Ellos no solamente secuestraron a la señora Bordón de Debernardi, sino que ellos fueron los que programaron, antes de fugarse, el siguiente secuestro, que luego fue llevado más adelante”.
Consideró necesario que la Fiscalía haga públicos los datos descubiertos durante la investigación para que la gente conozca y no les dedique tiempo a “las declaraciones de una persona que es un reo rebelde”.
Asimismo, sostuvo que las palabras de Martí de contenido político violentan las condiciones del refugio que cualquier país concede a las personas que supuestamente son perseguidas.
“Ningún refugiado puede hacer declaraciones políticas y lo que este hombre está haciendo es declaraciones de contenido político que deberían motivar la revocación de su refugio, lo cual honestamente dudo que ocurra porque si les concedieron el estatus de refugio en las condiciones que se dio, definitivamente estaríamos expectantes de algo que no va a ocurrir”, aseveró.
Finalmente, concluyó que la propia Corte Interamericana de Derechos Humanos declaró que existe un estado de derecho en Paraguay y esto contradice la versión de Martí de que en el país “no hay democracia, ni estado de derecho”.